Protocolo Prieto

Los modales en sociología son las normas de conducta que ejecutadas demuestran que una persona es correcta, educada y refinada, y se usan para exteriorizar el respeto hacia otras personas. Yo no sé si Antón Prieto está al tanto de esto, él que es el actual Jefe de Comunicación del Concello de Pontevedra y que colabora como columnista en el diario digital PontevedraViva. Sobre esta última labor suya quisiera referirme: La semana pasada publicó este señor en dicho diario una columna sobre las famosas fotos del Presidente Feijoó con Marcial Dorado, allá por los años 90, en un yate que más bien semejaba una chalupa con sinfonía desacelerada. Mucho se ha dicho sobre estas fotos y mucho se está diciendo y se dirá, ya que ahora algunos políticos ya no ganan elecciones con argumentos fiables, sino que lo hacen echándose inmundicias a la cara utilizando la prensa diaria y/o los púlpitos con vistas a las espaldas del electorado. En su texto, titulado “As outras fotos do Presidente”, Antón Prieto dejó patente su vena inelegante, de andar por casa en calzones, sin tapujos y sin frenos. No seré yo el que critique la técnica que utilizan ciertos columnistas a día de hoy a la hora de juzgar y difamar sin reparos y sin pruebas, tampoco valoraré si el trasfondo de lo expuesto por Prieto roza el pico de una demanda, pero lo que sí puedo y debo aclarar es que Prieto percibe una nómina como Jefe de Protocolo de un Concello, y como tal debiera pronunciarse, y no caer en el juego fácil de intentar hacer reír a los lectores a base de cuchufletas. Y es que la incorrección en ciertos individuos consigue ir en aumento con la edad, incorrección que se suele esconder en el ámbito privado, sin hacer mucho ruido, por eso de que no se espanten los vecinos al saber cuál viene siendo tu verdadera naturaleza. Pero si tu sueldo está vinculado directamente con las formalidades y la representación de un Concello, supongo que no sólo debes ser delicado, correcto y leal a tu cargo, sino que también debes hacérselo creer y saber a los ciudadanos que, en definitiva, son los que apoquinan tu sueldo cada mes. Me imagino que al Sr. Prieto le pudo la euforia del momento, y al ir tecleando dichas chocarrerías cimentadas básicamente en populismos facilones que exhiben la falta de sensibilidad por el respeto más elemental del individuo, concluyó diciéndose a sí mismo: “Hoy paz y mañana festejo con aplausos”. Sin embargo, y dejando lo chabacano a un lado, debemos ser conscientes de que mientras promovamos disputas no habrá acuerdos para el bien común. La ciudadanía se ve cansada de ese campo de batalla sugerido por algunos gobernantes que, en vez de buscar soluciones a los problemas del día a día, se enfrentan entre ellos para alcanzar el poder cueste lo que cueste… una situación que más que risa da pena.

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