La gallega más popular de la televisión derrocha optimismo y parece inmune al desánimo. Está entusiasmada con su regreso a Antena 3, que ha sido un éxito de audiencia, y ni siquiera pierde el humor cuando habla de uno de sus tormentos: los paparazzi.
‘Fama’, ‘Pekín Exprés’, ‘El número uno’... todos son programas muy dinámicos y de mucho desgaste, ¿no tiene ganas de presentar algo más relajado?
[Risas] No te creas. Me van mucho la adrenalina, el movimiento… Televisivamente hablando, no lo puedo negar, me va la caña. Pero sí es cierto que llevo una racha de programas muy sacrificados, muy dinámicos. Pero bueno, tengo que reconocer que ahora estoy muy cómoda, ya que los anteriores espacios, desde ‘El juego del euromillón’, eran diarios y este es semanal, así que desgasta un poco menos. Pero no deja de ser muy intenso.
Ya veo que no se imagina en un programa de entrevistas, con su sofá y su vaso de agua, o en un tertulia alrededor de una mesa…
Para nada, lo mío es el entretenimiento y el espectáculo. No soy periodista y me parece que lo más lógico y coherente es no invadir según que terrenos. Estoy encantada con mi trabajo y con este ‘talent show’, que es un bombón.
Las carreras de los presentadores son, generalmente, una montaña rusa. ¿Cómo se lleva eso de estar muy presente en los medios una temporada, después desaparecer, regresar y vuelta a empezar?
Es cierto, es una profesión de muchos altibajos, en la que uno tiene que saber administrar los tiempos y tener presente en dónde está. Hay que saber llevar la presión. Afortunadamente, yo no me puedo quejar, desde el último proyecto ha pasado un año y estoy encantada con el nuevo.
¿Se le ha pasado alguna vez por la cabeza dedicarse a otra cosa?
Nunca… Bueno, la verdad es que hubo momentos en los que sí lo he pensado. Ser un personaje público tiene un coste muy importante que, a veces, quema mucho. Aunque parezca extraño, llevaba un año sin salir en la televisión y en mi día a día ya había notado que había recuperado un poquito de anonimato. Mi vida era algo más fácil [risas]. En momentos en los que disfrutas de cosas así se te pasa por la cabeza lo bien que podrías estar si recuperases tu intimidad.
A lo largo de estos años, ¿se ha sentido bien tratada por la gente y por los medios?
Siempre me han respetado, con alguna excepción. A mí me gusta que me juzguen por mi trabajo y aunque en ocasiones te puedes encontrar a gente que te juzga por otras cosas, es desagradable, pero no dejan de ser excepciones. Y es parte del precio que paga uno al dedicarse a la televisión.
Lo peor de todo seguro que son los paparazzi…
Sin duda, es increíble que en un país se vea como algo normal que cada semana se publiquen mil cosas con la etiqueta de ‘el robado de…’, como si la intimidad no fuera un derecho. Pero ahora tengo una herramienta nueva con la que fastidiar a los paparazzi.
Dígame, dígame.
Twitter. Verás, cada vez que los veo en alguna parte escondidos, siguiéndome o sacándome fotos, pues saco el teléfono y me hago yo misma las fotos. Las subo a internet, las regalo, y ya no pueden comerciar con ellas porque no tienen valor. La técnica es estupenda. A veces incluso saco una foto a los paparazzi y también la subo, por chinchar [risas].
Volviendo a la tele, ¿qué tal ha sido el regreso a Antena 3?
Increíble. Me estoy reencontrando con gente con la que trabajaba hace años y son todos más sabios y más listos, lo que hace que todo sea mejor y más fácil. No hay queja posible, me han recibido con los brazos abiertos y una sonrisa.
‘El número uno’ es un ‘talent show’ en el que la música es la verdadera protagonista, y no las vidas de los concursantes. Tal y como está la tele en España, suena a atrevimiento...
Pues sí. Es un programa de música y sobre música, con el que vuelve la manera amable de hacer televisión. Creo que recuperar el buen gusto y apostar por el espectáculo sin entrar en el morbo obedece a la demanda de la audiencia. Me parece algo muy importante, porque demuestra que hay un cambio de mentalidad.
Lo cierto es que los espacios del corazón están perdiendo fuelle...
Y mucho. Por ejemplo, se me vienen a la cabeza programas como ‘Atrapa un millón’ o ‘Tu cara me suena’, que tienen una audiencia buenísima y que se imponen a contenidos rosa. Los dos son espacios muy familiares, sin morbo... Estoy convencida de que la televisión está cambiando porque la gente así lo ha querido.
Lo que no cambia es la contraprogramación. En su estreno se enfrentaron a la artillería pesada de sus competidores. ¿No cree que estas prácticas perjudican a todos los implicados?
No lo sé, hay que ser un poco estratega y la competición implica este tipo de cosas. Si se sigue practicando es porque, a veces, funciona.
Con ustedes no lo consiguieron...
Afortunadamente. Incluso creo que nos ha hecho más grandes, porque nos echaron a los leones y nos los comimos.
Si me permite ponerle una pega al programa, no tienen a ningún gallego entre los concursantes.
Hubo muchos gallegos en el cásting. A mí, personalmente, me habría encantado que llegase al concurso una chica de A Coruña que se llama Aixa Romay que lo hizo estupendamente, tiene una voz muy cálida y es buenísima. Llegó a la final, pero todos no podían estar en el programa... Es más, nuestro problema no fue encontrar gente con talento. Nos sucedió todo lo contrario: sobraba talento y faltaban plazas.
Ahora me gustaría hacerle una de esas preguntas tópicas...
Miedo me das. Dispara.
Ya que hablamos de Galicia, ¿viene mucho por aquí?
[Risas] Pensaba que me ibas a preguntar cómo está mi corazón, que es la tontería que me pregunta todo el mundo. Sí, claro que voy a Galicia a menudo. Mi hermano sube mucho y, de vez en cuando, voy con él. La verdad es que desde que ya no están mis abuelitas me acerco menos que antes. Pero bueno, hace poco me recorrí con mi prima prácticamente toda la costa, nos lo pasamos muy bien.
Volviendo al concurso, a falta de participantes gallegos, podría animarse usted a cantar, ¿se ve interprentando algún tema?
No, no, no y no [risas]. No quiero hacerle daño a la música. Es que, verás, los concursantes son buenísimos y los miembros del jurado son cantantes profesionales, así que una irrupción mía podría ser catastrófica para la música y para mí [más risas]. Qué vergüenza.
Tienen una plantilla de cantantes que huye bastante del estereotipo que hemos visto, por ejemplo, en formatos como el extinto ‘Operación Triunfo’...
Es que el requisito para estar en ‘El número uno’ es el talento. No hay que ser guapo, ni joven, ni nada. Hay que cantar bien y tener ganas. Hasta tenemos a un señor de 73 años, Alberto Pestaña, al que, por cierto, le hemos zambullido, como a todos los demás, en el mundo de Twitter para que esté en contacto con el público.
«ME PARECEN MUY INJUSTAS LAS CRÍTICAS A MIGUEL BOSÉ»
A uno de los miembros de su flamante jurado, a Miguel Bosé, le han llovido las críticas por subirse al tren de ‘El número uno’ después de haber sido uno de los artistas más críticos con ‘Operación Triunfo’. ¿Qué le parece toda esta polémica?
Me parece todo muy injusto. Miguel ha sido muy coherente y se ha defendido y explicado con total claridad. El sostenía que programas como ‘Operación Triunfo’ buscaban una serie de estereotipos que hacían imposible que determinada gente con talento entrase en el programa. Además, no es lo mismo potenciar las aptitudes de alguien, como buscamos nosotros, que intentar transformar a un cantante para que llegue a un público muy determinado. Además, a todo esto le podemos sumar que esto no es un reality en el que las cámara vigilan a los cantantes.
Hay que reconocer que se han afanado en buscar un jurado lleno de estrellas.
Es un lujazo de jurado, todos en activo y muy respetados en su profesión. Además, la manera en la que se dirigen a los concursantes me parece estupenda. No hemos tenido la necesidad de poner a nadie haciendo el papel de malo o de duro. Lo que más me gusta es que tratan a los participantes como compañeros de profesión. Eso sí, gracias a su experiencia les dan consejos, los orientan e incluso comparten con ellos algunos secretos.
Ya que a usted no la veremos cantar, ¿podremos verlos a ellos sobre el escenario?
Sí, yo creo que sí. Por ejemplo, Miguel Bosé está estrenando disco y espero verlo sobre el escenario. Incluso se ha planteado la posibilidad de que veamos dúos entre concursantes y miembros del jurado. Yo tengo muchas ganas, porque creo que va a ser algo muy emocionante y bonito. Estoy convencida de que al público le encantará verlos mano a mano, enfrentándose a un tema.
PAULA VÁZQUEZ, DE CERCA
Fecha y lugar de nacimiento
Ferrol, el 26 de noviembre de 1976.
Primeros pasos
Con 13 años se traslada desde su ciudad natal a Barcelona, donde comenzará su carrera como modelo.
En 1991 debuta en la televisión con ‘Jeans, news and rock & roll’. Después, Chicho Ibáñez Serrador la fichó como azafata del mítico ‘Un, dos, tres... responda otra vez’.
Su primer papel como actriz le llegó en 1995, en la serie ‘Canguros’, sustituyendo a Silvia Marsó.
Consolidación
De la mano del programa diario ‘El juego del euromillón’ se hizo muy popular en toda España entre los años 1998 y 2002. Compaginó el proyecto con el espacio semanal ‘Inocente, inocente’ y con ‘Gran Hermano’.
Actualidad
En los últimos años ha estado al frente de espacios tan populares como ‘Fama’ o ‘Pekín Exprés’. Ahora conduce ‘El número uno’.
