Los equipos de bomberos y los militares confirmaron hoy que tres de desaparecidos ayer al estrellarse un caza F-18 contra un complejo de viviendas en el estado de Virginia (EE UU) fueron localizados.
Un avión F-18 de la Armada estadounidense se estrelló el mediodía de ayer, viernes, en una zona residencial en Virginia Beach sin dejar víctimas mortales, pero sí siete heridos leves, entre ellos los dos pilotos de la aeronave.
El jefe del equipo de bomberos, Tim Riley, indicó hoy en rueda de prensa que ya no se buscan a posibles víctimas entre las ruinas de los cinco apartamentos que ardieron tras el impacto y que tres de los desaparecidos han sido localizados a salvo.
No obstante, dos decenas de vecinos del complejo de viviendas pasaron la noche en refugios temporales hasta que se despeje la zona y se determine la seguridad de las viviendas que no fueron afectados directamente.
Los dos pilotos, un estudiante y un instructor de vuelo, sufrieron heridas leves tras saltar en paracaídas y otras cinco personas tuvieron que ser atendidas en un hospital de Virginia Beach, un lugar de veraneo en la costa Atlántica a unos 320 kilómetros de Washington, la capital estadounidense.
Según las autoridades militares todavía no están claras las causas del accidente y se sigue investigando el fallo que causó que el caza se desplomara al poco tiempo de despegar de una base cercana.
Al parecer el avión tuvo un fallo mecánico y empezó a perder combustible antes de estrellarse contra varios edificios de apartamentos, según explicó el capitán de la Armada Mark Weisgerber.
El avión pertenecía a la base aérea de Oceana en Virginia Beach, donde se entrenan pilotos de la Armada y del cuerpo de Marines de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
