Opinión

Marín, la draga 'Amparo'

E n el documental Un paraíso perdido (en Marín se proyectará en la Biblioteca el día 31) con el que Lukas Santiago, su autor, rechaza la presencia de Celulosa en nuestra Ría al tiempo que reivindica Placeres como o paraíso perdido, o paraíso roubado... se hace referencia a como en "1959 a draga Amparo dragou os criadeiros máis ricos dos Praceres estragándoos por completo e usándoos para encher de area o anaco de mar onde hoxe se asenta a fábrica...". La cita me trae al recuerdo aquella embarcación que hizo historia en Marín, no solo por lo que denuncia el joven arqueólogo en su audiovisual, sino por su presencia permanente en el puerto.

¿Cuándo y por qué llegó a Marín? La ENM se inauguró en 1943. Durante los años siguientes se fueron terminado algunos trabajos de dragado que habían quedado sin rematar como era, por ejemplo, el caso de los diques. Y para ello la Armada destina a tal fin la draga Amparo que llega a Marín en el año 1953.

Haciendo uso de referencias documentales que obtenemos de la Cía. Transmediterránea (su primera propietaria) podemos conocer que "esta draga fue construida en Alemania en 1914. Se llamaba Fruhling XXIII. En el año 1924 fue adquirida por la Compañía Transmediterránea. Era una draga de succión con casco de acero y estaba dotada de cuatro máquinas gemelas de vapor. Al comenzar la guerra civil quedó en bando republicano y, encontrándose en el puerto de Valencia, fue hundida como consecuencia de un bombardeo de la aviación nacional siendo reflotada en 1940. No obstante, en 1942, dado su mal estado, causó baja en la citada naviera y la Armada se hace cargo de ella ordenando su pase a la Bazán de Cartagena a fin de ponerla en funcionamiento". Y es el 31 de agosto de 1953 cuando se dispone su traslado a la ENM para llevar a cabo obras de relleno donde estuvo hasta 1960. Una vez finalizados los trabajos en Marín, retornó a La Carraca.

Mis recuerdos de la draga Amparo me remontan a cuando yo tenía 12 o 13 años. Los nombres de dos de sus más destacados tripulantes se paseaban entonces por Marín: uno, era Don Pacífico, el jefe. A consecuencia de afianzar su destino en la villa marinense trajo a su familia y tuvieron domicilio, creo recordar, en la calle entonces Bastarreche. Y el otro, Alfonso Lago Delgado, suboficial de la Armada que antes había ejercido en el crucero Méndez Núñez, persona inolvidable por su carácter afable y bonachón. Causaba mucha gracia su constitución extremadamente obesa mientras uno de sus apellidos era Delgado y le unía buena amistad con muchos marinenses, uno de ellos mi padre. Vivió durante años con su familia en la calle do Baño, en un piso del edificio de Francisco Dios.

La draga Amparo sería protagonista en 1959 del lamentable incidente que nos recuerda Lukas Santiago en su documental acaecido a consecuencia del dragado de la playa de Placeres para el asentamiento de la pastera de Lourizán.

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