Opinión

Efectos secundarios

LO PRIMERO que tiene que hacer cualquiera que opte a cambiar un régimen por otro es pintar al nuevo de color de rosa. Aunque luego sea una chufla. Hay varios ejemplos: son una incógnita, pero pregonan el fin de la corrupción, presupuesto de sobra para educación y sanidad. Luego ya veremos, pero te lanzan así la caña. A estos del Daesh les hace falta un estratega político. Y hasta puede que también valga un militar. Por lo menos en Europa. Cuando todo tu argumentario conocido se basa en matar niños de diez o doce años, no habría ni que decirlo, pero es obvio que no solo nadie se te va a apuntar a la causa, sino que acabarán entrándote en tu casa un martes de invierno de madrugada y te mandarán a Guantánamo donde no se volverá a saber de ti. Y lo que es peor: nadie preguntará, porque tu familia y tus amigos se avergonzarán de ti. Dicen que la violencia genera violencia y es verdad, pero también genera injusticias. Por la barbaridad de Manchester van a ser torturadas bellísimas personas sin venir a cuento. A cambio, un jeque brinda con tequila en algún lugar rodeado de las vírgenes que le tocan en el más allá pero cuyo disfrute adelantó a su vida terrenal. Por si acaso.

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