Opinión

Adoctrinar a los niños

EL SINDICATO catalán de profesores AMES denuncia la tergiversación de la historia y el adoctrinamiento ideológico de los niños en los libros de texto, una obscenidad manipuladora de los escolares que no es exclusiva de Cataluña, se produce en otras comunidades y no solo en los libros.

El abril se supo que Sandra Casas, exsecretaria de Servicios Sociales de la Comunidad Valenciana, mantuvo un encuentro con los alumnos de la ESO en el Instituto Sant Vicent Ferrer de Algemesí, municipio cercano a Valencia. La asistencia era obligatoria.

Esta política, que fue número dos de Mónica Oltra, dijo a los escolares que "la teoría del miedo existe…, todo este tipo de políticas neoliberales y capitalistas es lo que persigue y esa política del miedo hace que mucha gente acabe votando al Partido Popular, muchas veces por ignorancia propia de no saber, pues, que le están mintiendo y se está creyendo algo". Después, formuló una pregunta que ella misma contestó: "¿Cuánto costará echarlos del gobierno central? Pues no lo sé, ojalá lo supiera, esperemos que 20 años no nos cueste".

Se entiende que los políticos pierdan a veces el control verbal, pero cabía esperar que no perdieran el control espacial

De sus palabras se deduce que la señora Casas no es experta en oratoria, pero con un razonamiento primitivo colocó su mensaje a los niños: acusó al Gobierno de mentir y asustar a los ciudadanos a los que debe considerar tan imbéciles que "por miedo e ignorancia votan a los populares".

No es la primera vez que un político valenciano intenta adoctrinar en un colegio. En marzo de 2008 la entonces vicepresidenta Fernández de la Vega se subió a la tarima de una clase de alumnos de ESO en otro instituto y en su charla contrapuso a Zapatero, "un presidente de izquierdas, que mira al futuro, es optimista, cree en la gente…" con Rajoy "que representa el modelo del miedo, de la desconfianza, que mira más al pasado".

Se entiende que los políticos pierdan a veces el control verbal, pero cabía esperar que no perdieran el control espacial. Entrar en un aula de alumnos de ESO con estas exhortaciones recuerda más a aquella Formación del Espiritu Nacional de la dictadura que a la difusión de ideas en democracia.

Es una indecencia adoctrinar a los niños inoculando en ellos ideas políticas. Sean del signo y del partido que sean, sea en los libros de texto o directamente en las aulas. El primer derecho de los niños y adolescentes es ese: derecho a ser niños y adolescentes sin que los políticos les contaminen con sus ideas interesadas. A veces infames.

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