Opinión

La Biblioteca, asignatura pendiente

"É VERDADE que necesitamos máis espazos, máis amplitude, pero entendemos que nestes momentos é imposible". Con esta resumida respuesta la concejala de Cultura, María José de Pazo, rechazaba con los votos mayoritarios de su grupo la moción del BNG, debatida en el pleno ordinario del mes, en la que se pedían soluciones a los múltiples problemas que suscita la Biblioteca Pública a los usuarios, por falta de espacios, según defendió la edil nacionalista Lucía Santos.

En mi opinión, rechazar la propuesta, con la que personalmente estoy de acuerdo, aunque admite matices, fue un error. No entiendo qué problema podía existir para que el PP no apoyará lo que en términos generales no era más que "aprobar o encargo dun estudio técnico para realizar as modificacións pertinentes ao edificio dotándoo de todos os servizos que requiere unha biblioteca...".

La Biblioteca Pública Municipal se inauguró en 1972 gracias a las gestiones realizadas por el entonces alcalde Alfonso M. Suárez. Su edificación, dadas las características de sus instalaciones, fue declarada en aquellos años como una de las mejores y más envidiadas bibliotecas de Galicia. Sin embargo y como es lógico, con el paso del tiempo - cuarenta y cinco años tiene de existencia- el aumento de población, el mayor número de usuarios y el avance en los medios técnicos, obligan a una reestructuración de sus instalaciones, que en la actualidad pueden considerarse, insuficientes y en algunos casos obsoletas, aunque el mayor reparo, incido, es la falta de espacios interiores.

De todas formas y volviendo a los problemas expuestos por el BNG en su moción habría que recordar que gobiernos anteriores, o a los Patronatos de Cultura presidios por los alcaldes de turno, también pudieron haberlos resuelto antes puesto que la lamentable situación de la Biblioteca Pública ya no es de ahora. Es de años atrás. Y tiempo hubo para sacar adelante el estudio y las modificaciones que ahora se piden. Podría aplicarse aquí aquello de "unos por otros la casa sin barrer" o lo que es lo mismo la Biblioteca sin solucionar.

Volviendo a la propuesta y a las posibles alternativas que se podrían dar al problema, me atrevo a sugerir algunas: añadir una nueva planta al actual edificio; su reconfiguración interior; o ahora que la alcaldesa está gestionando la cesión al Concello del edificio de Aduanas, convertirlo en un edificio anexo. Desde luego la idea de su traslado no me parece adecuada sobre todo porque de momento no existe en Marín ningún edificio de propiedad pública disponible con mayor capacidad ni con una ubicación tan adecuada. Otra cosa es que algún día algún gobierno local, sea el actual u otro que venga, le meta mano a la compra del edificio de Pais (ahora de Baladrón) que eso sería lo idóneo. Y por cierto hablando de locales públicos: el Museo M. Torres que en los últimos tiempos está siendo el más solicitado para todo tipo de conferencias y exposiciones, sigue sin ascensor. Increíble.

Comentarios