Cifran en más de 10.000 las hectáreas ardidas en toda la provincia

Ayuntamientos y comuneros calculan unas 2.500 hectáreas en Pazos de Borbén, 3.000 en As Neves y unas 2.900 en Ponte Caldelas
Superficie de monte calcinada en Chaín (Ponte Caldelas)
photo_camera Superficie de monte calcinada en Chaín (Ponte Caldelas)

Según van pasando las horas, el esfuerzo de autoridades, brigadistas, bomberos y vecinos, unido a la esperada aparición de las primeras lluvias otoñales, las tareas de extinción van ganándole terreno al fuego. Llegados a este punto, son ya varios los ayuntamientos y las comunidades de montes que empiezan a hacer los primeros balances en lo que a superficie quemada se refiere.

Aunque a día de hoy todavía no hay datos oficiales, se estima que han sido pasto de las llamas más de 10.000 hectáreas en la provincia de Pontevedra, lo que equivaldría a casi toda la extensión quemada en la comunidad autónoma en lo que iba de año hasta estos fatídicos días (la Consellería do Medio Rural habla de 11.500 hectáreas).

Uno de los municipios más perjudicados por los incendios ha sido As Neves, cuyo Gobierno local calcula que, como mínimo, el fuego se ha llegado por delante más de 3.000 hectáreas. En Pazos de Borbén, la cifra estimada por el Concello alcanza las 2.500 hectáreas.

Solo en As Neves se calculan unas 3.000 hectáreas calcinadas, mientras que en Ponte Caldelas alcanzan las 2.900

En el área de influencia de la capital de provincia, Ponte Caldelas sufrió los peores efectos de las llamas. Fuentes consultadas afirman que fueron devastadas unas 2.900 hectáreas forestales y agrícolas. Parada, Chaín, Rebordelo, Barbudo, Conveliño, Pazos, Silvoso, A Insúa, Paradela o Laxoso fueron algunas de las zonas más afectadas.

SOUTOMAIOR. Otro de los focos más conflictivos se concentra en Soutomaior. El presidente de la Comunidade de Montes de Moreira, Manuel Cernadas, señala que "o lume arrasou todo o terreo comunal", lo que podría traducirse en más de 350 hectáreas. Solo en el propio lugar de Moreira, la extensión de los terrenos gestionados por esta agrupación ascendía a 250.

"A metade xa ardeu durante a mañá do domingo, pero o peor foi pola noite. Parecía que estaba todo máis ou menos controlado, pero coas rachas de vento as lapas extendéronse pola parte máis próxima ao río e causaron estragos", explica el comunero de Soutomaior, que puntualiza que, si bien Moreira se llevó la peor parte, en otros núcleos rurales como Aranza o Cortellas el incendio también se llevó por delante una gran extensión de terreno forestal. "Hai que ter en conta que tamén arderon parcelas privadas. En Moreira puidemos plantarlle cara ao lume grazas aos efectivos da UME, pero é certo que noutros lugares os veciños non tiveron axuda", indica el máximo responsable de la asociación de Soutomaior.

En Cerdedo-Cotobade también se vivieron escenas que recordaron a la pesadilla de años anteriores. El presidente de la gestora del municipio fusionado, Jorge Cubela, advierte de que pudieron ser pasto de las llamas más de 300 hectáreas. El presidente de la Comunidade de Montes de Augasantas, Nicasio Rivas, lamenta la pérdida de plantaciones de pinos. "Falamos dunhas tres hectáreas. Foi unha sorte que se limpasen parcelas un mes antes", indica. Los autoridades confían en que la lluvia acabe con el fuego por completo.

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