Se disparan los delitos sexuales que tienen como víctimas a menores de 16

El balance de la Fiscalía de Pontevedra revela incrementos de entre el 275 y el 550 por ciento en los casos de abusos y agresiones ►La Audiencia ha acogido en los últimos meses varios juicios contra abuelos, padrastros, padres y otras personas acusadas de atentar contra la integridad sexual de los adolescentes
Individuo condenado por abusar sexualmente de un niño de diez años en Ponte Caldelas
photo_camera Individuo condenado por abusar sexualmente de un niño de diez años en Ponte Caldelas

La Audiencia acogió en los últimos meses varios juicios, con resultados de lo más diverso, por supuestos casos de abusos o agresiones sexuales cometidos sobre menores de edad. Sin embargo, lo que parecía un repunte considerable no se había manifestado claramente a través de los datos hasta ahora, con la publicación de la Memoria 2017 de la Fiscalía Provincial, cuyo balance, correspondiente a los delitos cometidos en 2016, es contundente: se incrementaron en un 275 por ciento los abusos sexuales cometidos sobre menores de 16 años y en un 550 por ciento los casos de agresiones.

El Ministerio Público de Pontevedra, sin obviar la preocupación ante el incremento, matiza que los porcentajes son espectaculares al tratarse de unas cifras cuantitativamente pequeñas: en 2016 se produjeron 30 casos de abuso y 13 de agresión, números muy superiores a los registrados un año antes (ocho y dos).

La mayor parte de los casos de este tipo conocidos se producen entre personas del entorno más próximo. Así, en los últimos meses se han sentado en el banquillo de los acusados de Rosalía de Castro abuelos, padrastros e incluso padres procesados por supuestos delitos contra la integridad sexual de sus familiares. Junto a ellos, personas de círculos cercanos a los pequeños, bien vecinos, bien conocidos, se han visto igualmente involucrados en casos similares.

La tarea de las Fuerzas de Seguridad y de la Fiscalía resulta difícil en estos casos a la hora de obtener la carga probatoria suficiente para obtener condenas. Ello es así porque en la mayoría de ellos hay ausencia de testigos (más allá de las víctimas), o las denuncias se producen años después de los delitos. Sin embargo, las autoridades animan a quienes hayan sufrido esta clase de hechos a que den el paso y los denuncien.

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