Unos gemelos lucenses, en el punto de mira de la Policía por peleas y drogas

El grupo de drogas de la Policía Nacional le seguía la pista a los gemelos, que el pasado domingo participaron en otra batalla campal en una cervercería. Uno de ellos ya fue condenado por darle 11 puñaladas a un chico en un botellón
Uno de los detenidos, J.N.S., durante el juicio contra él celebrado en julio del pasado año
photo_camera Uno de los detenidos, J.N.S., durante el juicio contra él celebrado en julio del pasado año

Agentes de la Policía Nacional de Lugo detuvieron a los gemelos que supuestamente agredieron y dispararon con un arma de fogeo a un joven el pasado martes en el Sagrado Corazón. Los policías registraron la vivienda de los chicos —en la que residen con sus padres— y encontraron marihuana y hachís, aunque al parecer no guardaban en el domicilio grandes cantidades de droga. En uno de los dormitorios de la casa, los agentes localizaron también un sobre que contenía alrededor de 6.000 euros en metálico, que fueron incautados junto con la droga.

La operación policial que se llevó a cabo en la tarde del miércoles no derivó únicamente de la trifulca acontecida el día anterior, ya que el grupo de drogas de la comisaría lucense llevaba tiempo vigilando a los gemelos. Los investigadores tenían fundadas sospechas de que los hermanos —B.N.S. y J.N.S., de 20 años— participaban en el trapicheo de estupefacientes en la capital, una actividad que les ocasionaba a menudo conflictos violentos con otros chicos.


El Penal 1 impuso tres años de cárcel a J.N.S. por el apuñalamiento, pero la Audiencia lo bajó a la mitad porque iba ebrio y drogado

De hecho, el propio subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo, reconoció que la pelea del Sagrado Corazón obedeció a un "ajuste de cuentas" por temas de droga. Además, no fue la única pelea reciente en la que se vieron envueltos los dos hermanos.

El pasado domingo, la Policía Local recibió una llamada del servicio de Emergencias 112 Galicia que alertaba de una trifulca en una cervecería de la calle Lamas de Prado. El enfrentamiento se produjo entre una pareja y un grupo de cuatro chicos, entre los que al parecer se encontraban los gemelos.

El altercado se saldó con seis personas identificadas —entre ellas un preso que se encontraba de permiso penitenciario—, los dos miembros de la pareja heridos y cuantiosos desperfectos en el establecimiento.

ANTECEDENTES. Los dos hermanos detenidos cuentan con antecedentes por temas de drogas. Además, hace un año, en julio de 2016, J.N.S. se sentó en el banquillo de los acusados del Penal número 1 de Lugo por apuñalar a otro joven durante un botellón.

La reyerta ocurrió a las dos y media de la madrugada del 25 de octubre de 2015 en la plaza Pío XII, en las inmediaciones de la Catedral, donde un nutrido grupo de jóvenes celebraba un botellón.

Según declaró la víctima en el juicio, observó como el acusado le propinaba un par de bofetadas a un amigo suyo, por lo que se acercó a ellos y les dijo: "No hace falta pelearse". En ese momento, J.N.S. le respondió: "¡Qué!, ¿quieres llevarlas tú?". Acto seguido, se abalanzó sobre él y lo tiró al suelo. El joven explicó que sintió "golpes fuertes" y cuando se levantó del suelo se dio cuenta de que tenía varias puñaladas. Once en total: seis en el tórax, cuatro en el abdomen y una en el brazo izquierdo.

El agresor se limitó a decir que no recordaba nada de lo que había pasado esa noche porque era el cumpleaños de un amigo y había consumido alcohol y porros.

La jueza del Penal 1 condenó a J.N.S. como autor de un delito de lesiones con instrumento peligroso y le impuso tres años de prisión. Sin embargo, el joven recurrió la sentencia y la Audiencia Provincial le rebajó la condena a 18 meses de prisión, al reconocerle la atenuante de consumo de alcohol y drogas.

Los testigos de aquel ataque contaron que el agresor estaba "agresivo", "excitado", "sobresaltado" y "fuera de sí", calificativos que también utilizaron las personas que presenciaron la agresión del martes.

Según comentaban en el barrio tras el suceso, los agresores se abalanzaron sobre la víctima y le dieron una paliza, "a pesar de que eran cuatro contra uno y el chico no podía defenderse". En el transcurso de la agresión, uno de los hermanos sacó un arma de fogueo, se la puso a la víctima en la mejilla y le dijo: "Te voy a matar". Acto seguido, le colocó la pistola en la sien y disparó sin pensárselo. La víctima solo sufrió heridas leves.

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