A las 11.30 horas de la mañana no había donde aparcar en la calle principal de Forcarei. Muchos vecinos, la mayoría ancianos, paseaban por los alrededores del consistorio. Algo se iba a cocer allí. La temperatura ambiental era más bien fría, pero subió luego dentro del edificio en un Pleno ordinario que no tenía demasiados asuntos de interés en el orden del día, salvo la liquidación de la cuenta de 2016, pero que, a la postre, fue la sesión plenaria más concurrida de los últimos años, desde la de la polémica subida del Ibi. Y es que lo que allí se iba a debatir —si la alcaldesa, Belén Cachafeiro, lo permitía, como sí hizo— era el futuro del centro de salud de Soutelo de Montes.
Se hizo en el turno de mociones, y a través fundamentalmente del PSOE, pero también con la participación muy activa del grupo mixto, que conforman los ediles del BNG y Foro Forcarei; Jorge Correa y María Abilleira, respectivamente. La moción era de la Plataforma pola Defensa do Centro de Saúde de Soutelo, que la alcaldesa recalcó que "non existe oficialmente porque aínda non está constituida". El texto pedía tres cosas: que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) asumiese la titularidad del centro de Soutelo, como hizo con el de Forcarei, que mantuviese los mismos médicos en ambos ambulatorios, esto es, cuatro, sin suprimir el previsto en Soutelo, y que se garantizase que no cerrará. Esto último fue lo único que confirmó rotundamente la alcaldesa: "Non vai cerrar nin a curto nin a longo plazo", recalcó esquivando, en todo momento, lo afirmado por el gerente del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP), José Ramón Gómez Fernández, quien efectivamente, confirmó a este diario que los dos centros de salud continuarán abiertos pero que, entre mayo y junio, una de las dos plazas del de Soutelo será amortizada y el facultativo será derivado a un centro de salud con mayor cupo de pacientes.
A la sesión plenaria asistieron más de 40 soutelanos, en su mayor parte personas de la tercera edad
Para asombro e indignación de los vecinos de Soutelo (más de 40 acudieron a la sesión y en su mayoría peinan canas), el PP votó en contra de la moción, esto es, por pasiva, votó a favor de la supresión de la plaza de médico y hasta del cierre (esto último, sin darse cuenta de lo que realmente estaba votando porque era el tercer punto de una moción sustentada en un escrito de la citada plataforma). El voto en contra lo emitió el PP (toda la oposición votó a favor) con el pobre argumento, esgrimido por la alcaldesa, Belén Cachafeiro, "de que non nos deixastes explicarnos" y refrendado por el portavoz popular, Vicente Búa, de "imos esperar. Non poño a venda antes da ferida".
Las trabajadoras del Servizo de Axuda no Fogar siguen sin cobrar las deudas de la anterior empresa. El jueves hubo un nuevo juicio
Con el móbil en la mano reproduciendo la noticia firmada el jueves en Diario de Pontevedra por la periodista María Boullosa, en la que el gerente del CHOP, José Ramón Gómez, confirmaba que se reorganizaba la plantilla del Centro de Saúde de Soutelo con la supresión de un facultativo y su derivación a un ambulatorio con más cupo, la socialista Ana Doval insistió por activa y por pasiva y preguntó: "¿Non lle parece grave?". La alcaldesa esquivó el asunto de la amortización de la plaza. Lo máximo que dijo es que tan pronto se enteró del rumor que corría por Soutelo de que el Sergas cerraría el Centro de Saúde, llamó al propio conselleiro, Jesús Vázquez, y este le confirmó que "non hai nada diso" y que luego se reunió con Gómez y lo que le comunicó fue una "reestructuración" de la plantilla. Añadió que el Gobierno local no es el que toma esas decisiones, si no que está para "outras cousas", como gestionar el presupuesto y decidir qué actuaciones se acometen.
En el Pleno quedó de manifiesto otro asunto: las trabajadoras del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) siguen sin cobrar la deuda de la anterior empresa con la nueva. El jueves hubo un nuevo juicio.
