La Sociedade Cultural de Vilalonga acaba de salvar un auténtico match ball en lo que a su futuro inmediato se refiere. El Concello de Sanxenxo logró alcanzar un acuerdo con el propietario del inmueble en el que se ubica la sede de la agrupación, en pleno casco urbano de la parroquia, para paralizar un desahucio que hasta el pasado fin de semana parecía inevitable.
Las mensualidades que se le debían al dueño de la edificación habían dejado a la Cultural en una situación crítica. De no haber mediado la Administración municipal, el desalojo se habría hecho realidad a las 10.00 horas de hoy, tal y como establecía la pertinente orden judicial. Sin embargo, el alcalde, Gonzalo Pita, logró alcanzar un acuerdo con el propietario de las instalaciones y se comprometió a abonar las mensualidades pendientes de pago.
El Ayuntamiento se verá obligado a desembolsar 24.980,80 euros para poner punto y final a esta polémica. Tal y como apuntaron ayer fuentes municipales, esta cuantía proviene de la suma de la deuda acumulada (11.700 euros), reconocida por el Juzgado de Cambados, y de los 5.400 euros que corresponden a las cuotas restantes hasta el actual mes. A esto hay que añadir otros 290,80 en concepto de intereses legales derivados de la deuda, 4.590 por costas judiciales y otros 3.000 euros generados como consecuencia del inicio del procedimiento de desahucio.
Aunque el Concello todavía no ha podido acometer el pago, debido a que aún no ha recibido el requerimiento de ejecución de la sentencia presentado por el propietario del inmueble, Gonzalo Pita mantuvo una reunión con el denunciante para asegurarle que la deuda sería saldada por completo. Cabe recordar que este era uno de los compromisos que figuraba en el programa electoral de Sanxenxo Agrupación Liberal (SAL).
NUEVO CONTRATO. Una vez efectuado el pago de los casi 25.000 euros, está previsto que la Sociedade Cultural de Vilalonga y el dueño de las instalaciones firmen un nuevo contrato de alquiler. La directiva del colectivo local mostró ayer su satisfacción por el acuerdo y agradeció al nuevo Gobierno local su implicación.
Y es que los dirigentes temían que el desahucio pudiese suponer un golpe mortal a la continuidad de la agrupación, que no dispone de otro local para poder desarrollar las numerosas actividades que organiza de forma periódica. Cabe recordar que la sede también es utilizada habitualmente por el Club de Xubilados de Vilalonga.
La denuncia por impagos fue interpuesta por el propietaro en enero del año pasado.
