Lo ardido en Galicia triplica la superficie del concello de Pontevedra

La última ola de incendios ha dejado 35.500 hectáreas de terreno arrasado, de las cuales casi un tercio correspondería a la provincia
José Vidal, vecino de Tourón, visita fincas quemadas en Ponte Caldelas
photo_camera José Vidal, vecino de Tourón, visita fincas quemadas en Ponte Caldelas

Galicia ha vivido su otoño más negro en materia incendiaria. La última ola de fuegos ha arrasado 35.500 hectáreas de terreno, según las primeras estimaciones de la Xunta. Es un dato provisional, como el que ha hecho público la Deputación Provincial, que calcula que casi un tercio de la superficie calcinada correspondería a las Rías Baixas.

Lo ardido en la comunidad triplica la superficie del concello de Pontevedra, que ocupa algo más de 118 kilómetros cuadrados, y supone el 9,2% del territorio que el fuego devoró a nivel autonómico entre 2001 y 2015, según los balances de la Consellería de Medio Rural. Durante estos 15 años se registraron 88.995 incendios -una media de 16 al día- y se quemaron 383.119,8 hectáreas de monte. Seis de cada diez eran de superficie rasa y, el resto, de zonas arboladas.

Si se observa la misma estadística en territorio pontevedrés, el diagnóstico cambia. Los 24.888 incendios contabilizados en esta provincia destruyeron más áreas con árboles (48.774,98 hectáreas) que sin ellos (37.135,52 Ha), lo contrario de lo que ocurre en el resto de Galicia.


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Un incendio de estas características es brutal para el hábitat de los animales", advierte Guillermo Riesco, ingeniero y profesor de la USC

La madera quemada perderá hasta el 50% de su valor comercial y la mayor parte de ella terminará en la trituradora


Recuperar el patrimonio natural de la última ola incendiaria no será sencillo. Requerirá tiempo y mucho dinero. Y esa, junto al por qué de la intensa actividad incendiaria que de forma periódica sacude la región, es una de las preguntas del millón en esta tragedia. ¿Cuánto costará el rescate del monte? "La respuesta es muy compleja. Depende de muchas variables. Y, sobre todo, de que se dispongan de los datos necesarios", apunta Guillermo Riesco, ingeniero de montes desde hace 28 años.

Riesco, que es profesor en Lugo de la Escuela Politécnica Superior de la Universidade de Santiago de Compostela y especialista en ordenación forestal, recuerda que el tasación de lo quemado depende principalmente de dos factores: del tipo de suelo y del daño que este haya sufrido. Según sus cálculos, que toman como referencia los muestreos del Inventario Forestal Nacional del Ministerio de Medio Ambiente basados en estimaciones del valor productivo, ambiental y recreativo de los territorios, recuperar una hectárea de monte con pinos (pinus pinaster) y eucaliptos -las especies con mayor presencia en Galicia- ascendería a 11.504 euros. En el caso de otros bosques mixtos, formados por pinos y robles comunes o eucaliptos y robles, la cotización por hectárea sería superior: 15.525 y 29.696 euros, respectivamente.

Si lo que ha ardido es una carballeira, el valor se sitúa en los 20.806 euros por hectárea. El resto de superficies quemadas arrojarían una cantidad menor: 11.369 euros si se trata de un pinar, 9.976 euros si es un eucaliptal, 3.901 euros en el caso de bosques de ribera, 639 euros en áreas de matorral, 620 en terrenos de pasto y 174 euros en campos sin cultivar.

Además del patrimonio forestal, la ola incendiaria ha herido de muerte a la fauna local: zorros, conejos o jabalíes han sido pasto de las llamas. También lo han sido animales domésticos, como perros o las yeguas heridas de la Hípica Amazonas, en Ponte Caldelas. "Un incendio de estas características es brutal para el hábitat de los animales", destaca Guillermo Riesco.

Colectivos ecologistas y agrarios han llamado la atención sobre esta problemática, porque muchas reses tendrán problemas de pasto y de agua. Los pozos y manantiales de los montes arrasados por el fuego se ven ahora expuestos a la posible contaminación por las cenizas.

MADERA. La necesidad de ayudas también se hace patente entre aquellos vecinos que han perdido un parte o incluso todo su patrimonio. Es el caso de los residentes en 22 de los 61 municipios de la provincia de Pontevedra al que llegaron los incendios durante la semana pasada. Los datos facilitados por la Deputación hablan de al menos 20 casas afectadas, en su mayoría en el Sur de la provincia, especialmente en As Neves.

El impacto del fuego también se ha hecho sentir en la economía forestal, que habla de una doble pérdida: los árboles quemados y los cortados que no saldrán del monte. Fearmaga, una de las patronales del sector, señala que los incendios pueden hacer descender el precio de la madera entre un 20 y un 50%. Además, la mayor parte de la que arde perderá rentabilidad y terminará en la trituradora.

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