De uno a cinco años para que el pasto rebrote

Aunque la vegetación herbácea como los helechos se recuperará de forma rápida, especies como el tojo requerirán de más tiempo
Monte de A Roca, repoblación forestal en 2007 tras el fuego de 2006
photo_camera Monte de A Roca, repoblación forestal en 2007 tras el fuego de 2006

El día de la marmota. Es lo que parecer vivir el lugar de A Roca, en Ponte Caldelas. Su monte fue víctima de las llamas hace este domingo una semana. Es la tercera vez en la última década que ocurre lo mismo, que un incendio se lleva por delante su patrimonio forestal.

La ola de fuegos del verano de 2006 devastó la mitad del municipio caldelano. Y su bosque se tiñó de negro. A los pocos meses, a principios de 2007, una iniciativa de Coca Cola llevó a 150 voluntarios de la compañía a desplazarse hasta esta localidad para participar en tareas de repoblación.

Su trabajo se vio truncado en 2013, año en el que A Roca sufrió otro incendio que afectó a 600 hectáreas de superficie. La situación llevó a la Xunta a intervenir en la zona. Lo hizo a través de un equipo del Centro de Investigación Forestal de Lourizán, que utilizó una técnica pionera para sanar el monte: el 'helimulching'.


El monte de A Roca, en Ponte Caldelas, ha vuelto a ser víctima de las llamas. En 2013 fue ejemplo de un plan pionero contra la erosión


Los trabajos consistieron, básicamente, en lanzar paja seca en la tierra quemada desde un helicóptero. Esta especie de colchón protegió al suelo de las temidas escorrentías y evitó que el monte se erosionase.

Esta sábana vegetal favoreció que el hábitat se recuperase y creciesen las plantas. Aquella intervención, ordenada por la Consellería de Medio Rural, ha vuelto a encontrarse con el bucle incendiario: el del fuego de la semana pasada, que volvió a arrasar la zona.

Para que A Roca resurja nuevamente de sus cenizas se necesitará tiempo. Aunque la vegetación herbácea como las gramíneas o los helechos aparecerán en un semestre, especies como el tojo y el resto de pasto rebrotará más tarde. "Entre uno y cinco años, dependiendo de los daños que hayan causado las llamas en la capa superficial de la tierra", explica Guillermo Riesco, ingeniero de montes y profesor universitario.

Algo más de paciencia habrá que tener para que los árboles calcinados sean restituidos. El que tiene una capacidad de crecimiento más rápido es el eucalipto, que en 15 años podría encontrarse en una etapa adulta. El resto de especies precisará más tiempo: el pino 30 años, el castaño 50 y el roble 60.

ÁREAS ARBOLADAS. Galicia cuenta con una superficie forestal de poco más de dos millones de hectáreas, de las cuales el 68% corresponde a áreas arboladas.

Según el último informe elaborado por las patronales Fearmaga, Monte Industria y el Clúster de la Madera de Galicia, solo un 29% de esta superficie (unas 400.000 hectáreas) "está bien gestionada" en base a criterios de productividad y venta.


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