62-83. Golpe de autoridad

El Peixegalego volvió a dejar clara muestra de su favoritismo para conseguir ganar el subgrupo de la Liga EBA, y logró en Betanzos una sólida victoria (62-83) ante el Santo Domingo, lo que le permite acomodarse entre el grupo de aspirantes que han comenzado con dos triunfos en otros tantos partidos.

Lo hizo gracias al fondo físico que exhibió. Tras un inicio parejo, en el que el cuadro local plantó cara y mostró un mejor arranque, merced a un parcial de 7-2, la paciencia en la construcción de ataques y, en especial, a la hora de rotar el banquillo, la mayor profundidad, el conjunto preparado por Javi Llorente comenzó a darle la vuelta al choque.

Una respuesta contundente, con un 0-8 que abrió la primera renta importante en favor de la escuadra visitante (11-17) comenzó a señalar el camino. Darío Suárez movía con fluidez a su equipo y cuando existía la necesidad, también cogía responsabilidad de anotación, para mandar el partido, al final del período inicial, a los ocho puntos de distancia (14-22).

Era un primer aviso de lo que vendría por delante. El segundo cuarto fue el más sólido del Peixegalego, que puso tierra de por medio gracias a la veteranía que mostraba gente como Oubiña, Calhoun y Holmberg, que aunque no anotaban, sí contribuían a la generación de espacios para que Desmond Simmons, Gerard Sevillano y Jorge Romero fuesen las referencias ofensivas.

A pesar de los dieciocho puntos de diferencia al descanso (29-47), Marín no tuvo en ningún momento un encuentro cómodo. Su rival no dejaba de presionar a toda pista, se mostraba intenso en la defensa de cortes y bajo la canasta, entre Rozas y Thiam recuperaban balones.

Ello no fue óbice, sin embargo, para que el Peixegalego cambiase la velocidad de juego. Santo Domingo Betanzos apostaba por intentar correr, por las posesiones cortas y por un alto intercambio de canastas, pero el balance defensivo que mostraron los pupilos de Javi Llorente supo cortar el ritmo.

Un buen arranque de tercer cuarto, en el que el cuadro local falló dos tiros sencillos y liberados, y que encontró respuesta en cinco puntos seguidos, estableció la máxima renta en el partido (48-73, min. 22). Aún así, el equipo anfitrión no dio el brazo a torcer ni se dejó ir. Buscó en las segundas oportunidades sus opciones de anotación y de poder volver a meterse en el partido, pero la experiencia de la plantilla visitante cortó la remontada cuando aún había quince puntos de distancia entre uno y otro.

Santo Domingo Betanzos no tiró el partido, ni el Peixegalego se relajó en el tramo final, a pesar de que la distancia propiciaban un triunfo claro visitante. Ello llevó la pelea por el rebote y la intensidad defensiva hasta el instante final, en el que se consumó el segundo triunfo del equipo marinense, que ha vuelto a mostrar credenciales para pelear por la primera plaza del subgrupo.