Pontevedra es el concello gallego que más rápido le paga a sus proveedores

Las entidades locales gallegas tenían facturas pendientes de pago a sus proveedores por valor de más de 159,96 millones de euros al cierre de junio, lo que refleja una subida del 5,9% en comparación con el mismo periodo de 2016. Es una de las conclusiones que arroja el balance publicado ayer por el Ministerio de Hacienda, según el cual, de este monto, nueve de cada diez euros —unos 142 millones— corresponden a cuentas pendientes de concellos.

De los 276 municipios que informaron al departamento que pilota Cristóbal Montoro del estado de sus cuentas, 198 cumplieron con el plazo máximo de 30 días que la ley fija para que salden sus deudas con autónomos y empresas por los servicios prestados u obras realizadas. Hacienda prevé sanciones tanto para las administraciones que eluden facilitar información como para las que, de forma reiterada, incumplen el límite de tiempo fijado por la ley de morosidad.

Los concellos mejor posicionados en la radiografía son los 101 que cumplen sus obligaciones antes de que comience a correr el plazo legal, esto quiere decir que pagan lo que deben sin esperar siquiera a que las facturas entren en el registro. En este grupo hay 20 municipios pontevedreses, entre los cuales figuran Baiona, que atiende sus compromisos 29,9 días antes de que el contador se active. Cerca figuran Campo Lameiro (21,6 días) o Moraña (20,75).

El concello de la capital pontevedresa es el más rápido en pagar, con 4,64 días de tardanza.

En el polo opuesto, entre los 78 ayuntamientos gallegos que en junio se pasaban de los 30 días legales, la palma se la llevaba el ourensano de Os Blancos que, según Hacienda, deja pasar unos 1.232,3 días de media o lo que es lo mismo, somete a sus proveedores a esperas que rondan los tres años y cuatro meses y medio. Del análisis de los datos se extrae que se trata de la administración local con mayor nivel de morosidad de toda España. En el ránking gallego de peores prácticas le sigue A Bola, que mantiene en los cajones cuentas pendientes durante 518,13 días (un año y medio).

En la provincia de Pontevedra, son 11 los concellos que sobrepasan el plazo legal. Los peor posicionados: Vilanova de Arousa y Catoira, que tardan 251,77 y 169,1 días de media en responder, respectivamente. Según el ministerio, les siguen Mos (89), Cuntis (83) y O Porriño (77,8). 

La comparativa entre las siete principales urbes gallegas revela que el más tardón es el consistorio lucense, que deja transcurrir prácticamente dos meses (58 días). Por el contrario, Vigo paga servicios y obras unos 11,38 días antes de que se active el contador de 30 días.

Entre las diputaciones, solo la de Ourense se aparta, aunque ligeramente, de lo que marca la legislación, al tardar una media de 33,84 jornadas, en tanto que el mejor ejemplo es el del ente provincial pontevedrés, que liquida las facturas 11 días antes de que entren en el registro.

GALICIA. Del lado de las administraciones autonómicas, la Xunta destaca entre las comunidades que pagan en menos tiempo a sus proveedores, al poner al día sus cuentas un día (0,72 días) antes de que comience a correr el plazo.