Como cada año, en el día de la famosa Festa do Demo se produce un extraño suceso en que el portal mágico que conecta la Tierra y el Infierno, situado en los Arcos de San Bartolomeu, abre sus puertas a las 12.30 horas para dar vía libre al diablo más travieso y juguetón y a sus secuaces del inframundo, que le acompañaron este miércoles, jornada que aprovecharon para hacer cientos de trastadas por toda la Zona Monumental de Pontevedra.
A media mañana, la concejala de Festas, Carme Da Silva, y un gran grupo de niños y sus padres, esperaban impacientes en la Rúa Sarmiento para darle la bienvenida al demo. Algunos de los pequeños iban preparados para unirse al equipo de los malvados, con un atuendo negro y rojo acompañado del particular tridente del diablo, y otros iban con ropa cómoda para ser los más rápidos y atrapar al señor de las tinieblas.
Sin previo aviso y de forma puntual, la magia se produjo y apareció el propio Satanás y sus secuaces frente a los chavales, que empezaron a correr y a chillar "que vienen, que vienen" al ver que se acercaban los demonios con un cargamento de petardos, pequeñas bolas verdes y unos polvos dorados místicos traídos directamente del inframundo con los que asustaron a los viandantes de las calles pontevedresas.
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El diablo y su séquito volvieron cargados de petardos y polvos de las tinieblas
