Bomberos pontevedreses reivindican sus derechos a golpe de sirenas

Los bomberos del Consorcio contra Incendios y Salvamento de la provincia de Pontevedra, integrado por los parques comarcales de Vilagarcía de Arousa, Ribadumia, Bueu y O Porriño, han hecho sonar este viernes las sirenas de los vehículos como forma de reivindicar sus derechos laborales.

El acto se celebró en el polígono industrial de Bueu y lo han hecho coincidir con el décimo primer aniversario del comienzo de la actividad en este parque.

HUELGA. Los bomberos se encuentran en huelga indefinida desde el pasado día 8 de agosto ante lo que entienden como incumplimientos en materia laboral de la empresa que gestiona este servicio, la compañía Matinsa.

La huelga, reconocen desde el comité de empresa, "apenas se va a notar" en la actividad de los parques y el servicio que presta a la ciudadanía, ya que los servicios mínimos incluyen tres trabajadores por turno, un jefe y dos bomberos-conductores, el mismo número de efectivos que recoge el pliego de condiciones del contrato.

EXIGENCIAS. Los trabajadores reivindican que estos turnos de guardia cuenten con cinco bomberos, que serviría "tanto para dar el relevo a la hora de trabajar como para tener un equipo SOS", una unidad encargada de rescatar a los bomberos en caso de accidente.

Además, el comité reclama que Matinsa cumpla la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia que reconoce el derecho de los trabajadores a no verse perjudicados por la aplicación del IPC negativo que impuso la empresa o que se igualen sus condiciones laborales con los del resto de empleados de las emergencias gallegas.

Exigen también que se reduzca la jubilación de los bomberos comarcales, actualmente en 67 años, a los 60 del resto de bomberos gallegos o que se cubran las bajas de larga duración con personal de la bolsa de empleo.

Los bomberos comarcales denuncian que, en este sentido, la empresa "incumple" algunas de sus obligaciones contractuales con el consorcio provincial de incendios, ya que no se imparten las horas de formación que marca la ley para este sector, los vehículos carecen de seguro a todo riesgo y geolocalización y las instalaciones están "abandonadas".