"Las playas de Cabeceira y Xiorto no cumplen los mínimos de accesibilidad"

Jorge Esperón, miembro de la asociación Amizade, analizó las playas con bandera azul de Poio
Jorge Esperón, tomando notas sobre la accesibilidad de la playa de Cabeceira
photo_camera Jorge Esperón, tomando notas sobre la accesibilidad de la playa de Cabeceira

Amizade, asociación que engloba a personas con discapacidad de la comarca de Pontevedra, está realizando informes para comprobar si las playas cumplen con sus requisitos de accesibilidad. En Poio, el encargado de poner a prueba los arenales del municipio ha sido Jorge Esperón, que ha encontrado varias deficiencias en las playas de Xiorto, en Raxó, y Cabeceira, en San Salvador de Poio, a pesar de contar estas con bandera azul. Un distintivo que, en teoría, debería garantizar su accesibilidad por parte de personas con discapacidad.

Esperón considera que los arenales analizados presentan varias dificultades de acceso y uso. Por un lado, en la propia entrada a la playa, ya que una persona con limitaciones funcionales necesitaría ayuda externa para poder acceder a las rampas que llevan a la arena.

En Cabeceira, por ejemplo, denuncia que la rampa de acceso, hecha con adoquines, tiene un 32% de inclinación, estando orientada al paso de los vehículos de limpieza pero no para el de una persona con problemas de movilidad. Al acceder a dicha rampa, su silla se atrancó, lo cual puede resultar un gran problema teniendo en cuenta que está justo al lado de la carretera y podría volcar o caerse.

Por otro lado, una vez en las pasarelas de madera, estas terminan en medio de la arena, "no llegan a ninguna parte" en palabras de Esperón. "No hay ninguna facilidad para bajar a la arena o cambiar la silla normal por una silla anfibia o por unas muletas especiales", afirma el miembro de Amizade, que además destaca que servicios tan necesarios como los baños o las duchas se encuentran en algunos casos en medio de la arena sin una pasarela que lleve a ellos, o muy alejadas de la orilla. Así, aunque los baños están mínimamente adaptados, resulta muy engorroso o imposible acceder a ellos sin ayuda de terceros.

Con respecto al equipamiento especial ofrecido en la playa para las personas con discapacidad, Jorge Esperón confirma el buen estado de las sillas anfibias, pero critica la insuficiencia de muletas convenientemente adaptadas para andar por la arena, ya que para este cometido no servirían unas muletas normales.

Con todas estas conclusiones, concluye que, o bien las normativas de la Adeac, la entidad encargada de otorgar la bandera azul, son insuficientes, o bien no se están observando correctamente. "Parece que se trata de un gesto vacío, de cara a la galería, no se para que sirve tanto distintivo", asevera Esperón.

Con los datos recabados sobre los arenales de Poio en la mano, el siguiente paso a seguir será redactar un informe oficial describiendo esta problemática, que entregarán al Concello para "ver como actúan en consecuencia", aunque a priori sí que ven en el gobierno municipal interés por el diálogo. En caso de fallar esta vía, desde Amizade procederían a denunciar el caso ante el Valedor do Pobo.

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