El Rey: "Ningún camino debe dividir a los españoles y romper su convivencia"

Defendió en el Congreso la vigencia del modelo de la Transición en el sentido de que "nadie en España debía volver a ser enemigo de nadie"
El rey Felipe VI, durante el discurso que pronunció en el Congreso
photo_camera El rey Felipe VI, durante el discurso que pronunció en el Congreso

El Rey ha instado este miércoles a no silenciar, ignorar o destruir el patrimonio construido sobre la base de la Constitución de 1978 y ha advertido de que "ningún camino que se emprenda" en la democracia puede ni debe conducir a "la ruptura de la convivencia" o a la división de los españoles. Ante los diputados y senadores reunidos en una sesión solemne del Congreso para conmemorar el 40 aniversario de las elecciones de 1977, don Felipe ha reivindicado el proyecto constitucional con el que los españoles acordaron caminar juntos hacia una afirmación de la "unidad nacional" que asume la "diversidad territorial" y reconoce "el autogobierno de sus nacionalidades y regiones".

La diversidad define la "propia identidad" y "los sentimientos se deben respetar y comprender, nunca ignorar, enfrentar o dividir", ha recalcado el monarca, antes de proclamar: "Fuera de la ley, nos enseña la Historia, solo hay arbitrariedad, imposición, inseguridad y, en último extremo, la negación misma de la libertad".

En su intervención, Felipe VI ha destacado la vigencia del modelo de la Transición en el sentido de que "nadie en España debía volver a ser enemigo de nadie" y de que "la exclusión y la imposición, la intolerancia y la discordia debían ser sustituidas por la renuncia al dogmatismo y la defensa de las propias convicciones con pleno respeto al adversario y hacia las opiniones ajenas o diferentes".

Don Felipe: "Fuera de la ley, nos enseña la Historia, solo hay arbitrariedad, imposición, inseguridad y, en último extremo, negación de la libertad"



Tras dedicar un mensaje de "gratitud, homenaje y admiración" a su padre, el Rey Juan Carlos, y a "toda aquella generación que abrió el camino de nuestra democracia", se ha remontado a los logros de la Constitución de 1812 para alertar contra la España de épocas posteriores, marcada por la falta de respeto a las convicciones ajenas y "la imposición de la propia verdad sobre la de los demás". En esa época "convulsa e incierta" a la que España no debe volver, el adversario político "era un enemigo al que había que excluir de la vida pública y no un rival", ya que "los españoles se oían, pero no se escuchaban, se veían pero no se miraban, se hablaban pero no se entendían y menos aún se respetaban".

Frente a esa España caracterizada por "la intolerancia, la discordia y la falta de entendimiento", el jefe del Estado ha elogiado la "valía y ejemplaridad" de los diputados y senadores de 1977, que "cumplieron con su deber, a pesar de la incertidumbre política", y empezaron a construir un "gran proyecto político" que "no fue un mero trámite para salir del paso". Tampoco fue "el proyecto de una persona, ni de un partido político, ni de una élite o de un grupo social, sino una obra de todos y para todos", que recabó el apoyo del pueblo español para avanzar en el camino de la "reconciliación nacional".

El jefe del Estado ha elogiado la "valía y ejemplaridad" de los diputados y senadores de 1977, que "cumplieron con su deber, a pesar de la incertidumbre política"



"Es justo mostrar públicamente el mayor respeto, gratitud y admiración a quienes hicieron posible, con responsabilidad y sentido de Estado, este gran avance colectivo —ha reflexionado—, porque, si hoy la democracia y la libertad son una evidencia, se lo debemos a ellos; porque entonces, hay que recordarlo, no lo eran".

En este punto, ha recordado cómo aquellos parlamentarios afrontaron la responsabilidad histórica de "superar las diferencias entre los españoles, convencidos de que la Guerra Civil y la dictadura eran, como se afirmó entonces en estas Cámaras, una inmensa tragedia sobre la que no cabía fundar el porvenir de España". "Ningún camino que se emprenda en nuestra democracia puede —ni debe— conducir a la ruptura de la convivencia, al desconocimiento de los derechos democráticos de todos los españoles o a la negación de los valores esenciales de la Europa a la que pertenecemos", ha advertido, antes de añadir: "Y, menos aún, un camino que divida a los españoles o quiebre el espíritu fraternal que nos une".

Don Felipe, que no olvidó dedicar un mensaje de "afecto y respeto" a las víctimas del terrorismo, recordó además que él mismo, tras jurar la Constitución al alcanzar la mayoría de edad, compartió con su generación cómo "el inmovilismo y el conformismo" fueron vencidos por un "coraje" y una "valentía" que ahora deben servir para proyectar la convivencia de los españoles hacia el futuro.

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