Son las 22.30 horas en la Base Olímpica Ozero Klugloe, en la región de Moscú (Rusia). A 43, 2 kilómetros de la capital del país y siguiendo la carretera E105 cuesta pensar, a ojo de reloj, que exista tan solo una hora de diferencia habiendo 4.403 kilométros de distancia en carretera entre el centro de alto rendimiento y la Praza da Ferrería de Pontevedra.
Y, mientras las hogueras de San Juan empezaban a calentar para la noche más corta del año el pasado 24 de junio, la luchadora pontevedresa Lydia Pérez empieza a cerrar sus párpados ultimando su preparación de cara el próximo Campeonato de Europa de Lucha Júnior que comienza este martes en Dortmund (Alemania).
Después de casi dos intensas semanas (del 14 al 25 de junio), la gallega se convirtió en la primera deportista no rusa en este centro de tecnificación deportiva en una de las naciones con mayor palmarés en el medallero internacional en los Juegos Olímpicos de la Era Moderna.
Pablo Pintos Director técnico de la Federación Galega de Loita
"(Lydia) Tiene todo el talento del mundo para estar en los primeros puestos en el Europeo"
Acompañada por Alexander Kachalaev -seleccionador gallego de lucha y exseleccionador soviético- y con el apoyo del Concello de Pontevedra, la Federación Galega de Loita (Fegaloita) y la Federación Española de Lucha, la joven de 19 años se embarcó en una larga travesía hasta el paralelo 56 para perfeccionarse y poder finalizar entre las ocho primeras del Europeo.
"Mi sueño siempre fue venir a Rusia porque es uno de los lugares donde la lucha es uno de los deportes más practicados y son las mejores junto con las japonesas, básicamente. Siempre quise venir aquí y tenía que probar la experiencia, aunque el día sea muy duro", comenta Lydia Pérez desde Ozero Klugloe.
Pérez ha tenido la oportunidad de entrenar durante su estancia con los mejores preparadores y luchadoras de cara a continuar con su gran proyección, en vísperas de poder optar a los primeros puestos del Europeo. Para conseguirlo, se ha estado ejercitando duramente superando las barreras idiomáticas y el elevado nivel competitivo de sus compañeras para llegar el martes en condiciones óptimas a la ciudad del río Ruhr.
"Los entrenamientos son duros, al principios con las chicas no me entendía muy bien, porque solo hablan ruso, no hablan inglés y no te comunicas muy bien y te ves sola. Ahora estoy con ellas genial y te vas acostumbrando a entrenar a este nivel. Nos levantamos a las 8.30 horas. Luego, salimos fuera de la residencia a formar y damos una vuelta a lo que es el centro olímpico andando. Posteriormente, desayunamos y, descansamos una hora y entrenamos a las 11.00 horas. Ya a las 13.30 horas comemos, descansamos y luego a las 17.30 volvemos a entrenar hasta las 19.30 horas", señala Lydia acerca del ritmo que vivió durante estos once días.
Antonia Torres Seleccionadora nacional júnior
"Lydia está trabajando muy bien , la veo bastante bien preparada y las expectativas son buenas"
A golpe de traductor y de la ayuda de Kachalaev en Ozero Klugloe, la estudiante del grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidade de Vigo ha conseguido desenvolverse bien con las deportistas rusas, con las que volverá a reencontrarse este martes. "La verdad es que venía con las expectativas que me iban a machacar y que no sería capaz de sacar un punto. Entrenando con ellas les saqué puntos y a una le gané, te das cuenta que tienen dos brazos y dos piernas. Aunque tienen un ritmo de entrenamiento muy diferente al que tenemos en España, no están tan lejos de nosotras, el tema está en creérselo. La forma de entrenar es totalmente diferente. Ellas entrenan más en la parte técnica y no tanto en la parte física y a la vez, todos los días entrenan muy duro y están muy centradas...es un mundo en el que están totalmente centradas en la lucha", subraya la pontevedresa.
En este sentido, aprecia notables diferencias con sus colegas italianas, con las que estuvo previamente concentrada a los pies del Mediterráneo en Sassari, en la isla de Cerdeña. "La (concentración) de Sassari fue buena. Las italianas cada vez tienen más nivel, aunque comparado con esto fue un paseo. Se nota la diferencia en el carácter de las rusas con las italianas, en que van a muerte a los entrenamientos y que son superiores. Tienen otra actitud, aquí todo es más disciplinario. Es totalmente distinto", comenta la luchadora.
Currículo. El palmarés de Pérez en lo que va de mitad de 2017 (campeona del Mediterráneo júnior y sénior, campeona de España júnior y subcampeona sub-23, campeona de España sénior, subcampeona universitaria y subcampeona del Torneo Internacional Jóvenes Promesas), unido a los once títulos nacionales de años anteriores, hace presagiar que puede realizar buen papel sobre los tapices germanos en la categoría de menos de 59 kilos.
Sus entrenadores confían en que pueda finalizar entre las ocho primeras y lograr la clasificación para el Campeonato del Mundo de Lucha Júnior, que se disputará del 1 al 6 de agosto en Tampere (Finlandia). "Lydia (Pérez) hizo una buena preparación este año e hizo una buena concentración este año, es algo metódico y continuo con vistas a Tokio 2020. Ella tiene todo el talento del mundo para ganar los combates y meterse en la lucha por los primeros puestos del Europeo. A Lydia le falta concentraciones internacionales, por lo que necesita salir fuera de España. Lo que hay que buscar también es el factor de rendimiento y trabajamos con el factor psicológico para poder gestionar su capacidad emocional", comenta Pablo Pintos, director técnico de la Federación Galega de Loita y seleccionador nacional sub-23.
Ya en Alemania, estará arropada por la jienense Antonia Torres, seleccionadora nacional femenina júnior de lucha olímpica. "Yo creo que es una chica que trabajando muy bien y la veo bastante bien preparada y las expectativas son buenas. La importancia de esta competición es que tiene que ir ganando los combates", apuntó la preparadora.
Después del Europeo, Lydia irá a una nueva concentración internacional en Turín (Italia) en julio, antes de acudir al Gran Premio de España de Madrid.
