Nos subimos al nuevo Ford Kuga

Tras su última remodelación, el Fork Kuga hace gala de una imagen más poderosa y elegante, que viene a potenciar unas cualidades que le han servido para destacar en el mercado como uno de los SUV de su tamaño con mayor aceptación entre los usuarios.


Pero para seguir estando entra las preferencias de los conductores, esta actual generación del Kuga también ha sabido evolucionar para elevar el nivel tecnológico hasta límites insospechados hasta hace poco en su segmento.
El Kuga incorpora así tecnologías y actualizaciones que permiten una conducción más sencilla, más segura, más placentera y más asequible.
Entre estas innovaciones destaca el sistema de estacionamiento perpendicular, que ayuda a los conductores a maniobrar para aparcar en plazas en batería, sin necesidad de tener que coger el volante; una versión mejorada del sistema de evasión de colisiones Active City Stop, y el sistema de faros frontales adaptativos que permiten una mejor visibilidad en situaciones de luz tenue. Por su parte, el portón trasero con manos libres o la tracción integral inteligente son elementos ya clásicos en esta gama y que se mantienen en la versión actual.

Ford Kuga

Más conectividad. La conectividad es otro de los apartados en el que el Kuga ha mejorado notablemente, pues estrena un sistema de comunicaciones y entretenimiento, denominado Sync3, que permite controlar los sistemas de audio, navegación y climatización, así como los teléfonos conectados al sistema, con sencillos comandos de voz.
La ergonomía y la comodidad son dos de las principales virtudes en el interior del Kuga, así como la falicidad de uso, ya que todos los mandos y botones se encuentran dispuestos de forma lógica e intuitiva.
Mecánicamente, la gama Ford Kuga está disponible en tres versiones de gasolina. Se trata de los propulsores de la familia Ecoboost, que se ofrecen en variantes de 1.5 litros de 120 y 150 caballos de potencia. Al igual que sucede en otros modelos de la firma que incorporan estos propulsores, el gasto de combustible se sitúa en unas cifras muy contenidas, en torno a los 6,3 litros cada 100 kilómetros.
También en la familia Kuga está disponible una versión de gasolina más prestacional, como es la de 182 caballos, que incorpora además el sistema de tracción inteligente y homologa un consumo medio de 7,5 litros cada 100 kilómetros, lo que se traduce en unas emisiones de 173 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.

Diésel. En cuanto a la gama diésel, la gran novedad del Kuga en este terreno es el nuevo motor 1.5 TDCi con 120 caballos que con tracción delantera y cambio Powershift de seis velocidades y que homologa 4,8 litros cada 100 kilómetros con unas emisiones de 124 gramos de CO2 por kilómetro.
Por encima se ofrece el 2.0 TDCi de 150 caballos (con tracción delantera o total), un consumo de 4,7 litros y emisiones 122 gramos, mientras que el tope de gama es el 2.0 TDCi de 180 caballos con tracción total y cambio manual de seis velocidades o Powershift, opcional. El consumo en esta versión se sitúa en los 5,2 litros de combustible cada 100 kilómetros y unas emisiones de 135 gramos de CO2 por cada kilómetros.

Al volante. El Ford Kuga es un vehículo que en cualquiera de sus versiones resulta agradable y confortable de conducir. La posición de conducción, como es habitual en los modelos de este segmento, es alta y permite tener un buen control del tráfico, sobre todo, en ciudad.
En carretera, el comportamiento dinámico es bueno y, además de por el amplio equipamiento en ayudas a la conducción, destaca también por la suavidad y precisión de todos los mandos.

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