Cómo devolver el agua a su lugar de origen sin causar daños colaterales

De no depurarla correría peligro la biodiversidad del caudal al que se vierta porque podría enfrentarse a agentes contaminantes peligrosos

Alumnos del CEIP Monte dos Postes en la EDAR de Aríns
photo_camera Alumnos del CEIP Monte dos Postes en la EDAR de Aríns

El agua es vital para la vida y, sin embargo, se trata de un recurso escaso. La realidad es que mucho menos del 3% de los mil millones de kilómetros cúbicos de agua del planeta está disponible para el consumo. La cantidad de agua existente en la Tierra es siempre la misma y, por tanto, una vez que se utiliza para el consumo debe ser devuelta a los ríos pero no de forma directa.

Para devolverla a la naturaleza debe tener unas características semejantes a las del caudal en la que se vierte. Por lo tanto, las aguas residuales (ya sean urbanas o industriales) deben experimentar una serie de tratamientos para evitar que contaminen la naturaleza.

De no hacerlo, la biodiversidad correría serio peligro al tener que enfrentarse a agentes contaminantes peligrosos, pues hay
algunos componentes invisibles que pueden acabar con muchos seres vivos.

Ese trabajo se realiza en las diferentes estaciones depuradoras de aguas residuales (Edar), como la ubicada en Aríns (Santiago de Compostela) y gestionada por Viaqua, que suelen encargarse del tratamiento de las aguas a nivel local, es decir, toda el agua que acaba en las alcantarillas y sistemas de saneamiento de las ciudades.

TRATAMIENTOS. El proceso comienza en el momento en el que el agua cae por el desagüe de los grifos o se tira de la cisterna y llega a los colectores a través de tuberías subterráneas. El agua aterriza en el pozo de gruesos, donde los materiales más pesados se decantan en el fondo y los más voluminosos quedan retenidos en una reja.

Con una cuchara bivalva electro-hidráulica se sacan los restos de arena y de grasa que quedan sedimentados. A continuación, el agua bruta se somete a un proceso de desbaste con el fin de eliminar sólidos ‘finos’, con ayuda de la conocida como tamiz de finos, unos pequeños dientes en los que quedan retenidos objetos como pelos, bastoncillos, papeles...

A continuación el agua se traslada al desarenador donde se extraen las arenas, que pesan más y se quedan en el fondo, y al desgrasador, donde las grasas quedan en la superficie y pueden ser eliminadas.

SECUNDARIO. El siguiente paso depende del tipo de estación depuradora. La de Aríns es biológica, lo que significa que
el proceso de depuración tiene lugar mediante procesos biológicos gracias al uso de microorganismos que actúan sobre la
materia orgánica e inorgánica, en suspensión presente en el agua, transformándola en sólidos sedimentables más fáciles
de separar.

Estas bacterias se sitúan dentro de grandes depósitos, que se agitan para ayudar a la oxigenación del agua, y se encargan de
convertir esta materia orgánica disuelta en sus componentes minerales, separándose posteriormente del agua mediante un nuevo proceso de decantación. El proceso de tratamiento biológico recibe el nombre de tratamiento secundario.

El agua queda en agitación constante entre cuatro y cinco días para que se produzca el proceso de depuración. Durante
este tiempo los microorganismos, conforme van comiendo, se van reproduciendo y forman fango biológico. Tras ese tiempo el agua sale de los reactores y va al decantador secundario, de tres metros de profundidad y con fondo cónico. Este gira de
manera muy lenta y el fango va decantando y queda en la parte superior el agua ya clarificada.

TERCIARIO. El siguiente paso es el tratamiento terciario, que proporciona una etapa final para aumentar la calidad del agua al estándar requerido antes de que éste sea descargado al ambiente receptor que proceda, en este caso el río. Se trata de la
desinfección mediante lámparas ultravioletas para reducir la cantidad de microorganismos patógenos en el agua, como los que puedan haber quedado de heces humanas.

En el proceso de depuración se generan dos fl ujos: el agua tratada que se vierte directamente al cauce de los ríos y los lodos, que son el conjunto de los sólidos sedimentados en la decantación primaria y el fango biológico.

Los microorganismos biológicos se llevan a un pozo y se les intenta quitar el máximo de agua posible para que quede residuo sólido mediante el uso de un deshidratador. Con un funcionamiento similar al de las lavadoras, se emplean polielectrolitos para sacar el agua y que los flóculos del fango se vayan juntando. El agua que se extrae se devuelve al principio del proceso para que pueda ser tratada y los sedimentos se pueden transportar con más facilidad a una planta de compostaje para hacer abono.

TIPOS DE EDAR. La EDAR de Aríns, ubicada en Santiago de Compostela, es una estación depuradora biológica, pues el proceso se lleva a cabo empleando microorganismos que actúan sobre la materia orgánica e inorgánica. Sin embargo, hay otras que son
físico-químicas. Esto significa que la depuración se produce mediante un tratamiento en el que se le añaden reactivos químicos al agua para favorecer la decantación de los sólidos en suspensión presentes en el agua.

Esto solo afecta al tratamiento secundario del proceso de depuración, pues el primario y el terciario son los mismos. El objetivo es eliminar las partículas que son imposibles de separar por decantación o filtración debido a su tamaño.

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