Opinión

El Dr. José Loureiro Crespo

Retrato del Dr. José Loureiro Crespo

Fue un médico y político republicano de Pontevedra que consagró su vida al ejercicio de la medicina y, desde el Ayuntamiento, intentó mejorar la vida de los vecinos de Mourente y de todos los pontevedreses


JOSÉ LOUREIRO Crespo
nació en Pontevedra el 2 de marzo de 1880. Era hijo de Francisco Loureiro Villaverde y de Peregrina Crespo Iglesias. Se casó con María Pazos Peleteiro el 12 de octubre de 1912. Ofició la ceremonia el cura párroco de Mourente, Pedro Lago, y actuaron como testigos Millán, Fondevila y Santos. Los novios viajaron de luna de miel a diferentes localidades de Portugal. El matrimonio tuvo cuatro hijos: María Teresa (Tera), Victoria, José y Manuel (que falleció en 1920).

José estudió medicina en Santiago y terminó el doctorado en 1923 en Madrid. Trabajó en casi todas las especialidades médicas: en Cirugía, atendiendo partos, o como odontólogo los fines de semana. Recorría Pontevedra a caballo para atender a sus pacientes y el animal, que se sabía la ruta de memoria, paraba en las fuentes que encontraba a su paso por la ciudad para beber. Fue secretario del Colegio Médico de Pontevedra en 1906 y presidente en los años veinte y treinta.

Inició su etapa política como concejal republicano de Pontevedra el 7 de enero de 1912, con Luis Boullosa Mariño como alcalde, puesto desde el que defendió mejoras para Mourente, A Seca, el Burgo y en asuntos de sanidad pública. En las sesiones, durante su mandato, se trataban temas como el pobre alumbrado público de Pontevedra; un expediente contra el capellán del Hospital, que fue rechazado; la asignación de 50 pesetas para la compra de un avión nuevo para el aviador Pepe Piñeiro; el alumbrado de A Santiña; un nuevo local para la escuela pública de Mourente o la regulación de venta de hortalizas y verduras en los kioscos de la plaza de Indalecio Armesto, entre muchos otros asuntos.

En septiembre de 1915 el fiscal de A Coruña imputa a los trece concejales del Ayuntamiento, a excepción del alcalde, Francisco Paz Cochón, porque "se les acusaba de haber distraido las ochenta mil pesetas de la Casa de Correos y de haber pagado al contador municipal una cantidad por concepto de quinquenios que no estaba consignada en presupuesto". Unos meses más tarde, un oficio del gobernador de Pontevedra alza la suspensión de los concejales Corbal, Paz, Rey, Boullosa, García Filgueira y Loureiro Crespo, y así, sin tacha, continúa con sus tareas políticas.

Como anécdotas cabe comentar dos situaciones en las que se vio envuelto como médico: una en 1912, cuando José Loureiro acudió como médico y certificó la muerte por meningitis de un niño de dos años en el lugar de Montecelo. Dicho certificado lo recogió el tío del niño que, como no sabía dónde enterrarlo, paseó la misteriosa caja mortuoria de un nicho a otro del cementerio de San Mauro durante días. El otro suceso ocurrió en 1916, cuando una perra con síntomas de rabia, que había causado terror en la zona de Salcedo, le mordió, por lo que fueron sacrificados 29 perros, aunque "la perra no presentaba síntoma alguno de hidrofobia". Durante los años veinte José es noticia por atender casos médicos como el 'crimen de Poyo', en el que, aunque las versiones se contradicen, a las cuatro de la madrugada resultó herido en un ojo un joven vecino de la zona por la varilla de un paraguas, por lo que llegó inconsciente al Hospital.

En el Pleno del Ayuntamiento del 30 de julio de 1917 fue propuesto como director interino del Hospital de Pontevedra por el Sr. Rey pero, como había cierta oposición en el Pleno porque dichas funciones las desempeñaba el alcalde, José Loureiro asumió el cargo de director en funciones sin llegar a firmar la toma de posesión.

Su etapa como concejal termina hacia 1919 y en los años veinte firma un manifiesto, con el Colegio Médico Provincial de Pontevedra, en el que debaten públicamente los bajos salarios de los médicos: "que no confía este Colegio ni poco ni mucho en que los poderes públicos resuelvan el problema económico de la clase médica".

En febrero de 1921 recibe un duro golpe cuando fallece su padre, Francisco, y dos meses después su mujer, María Pazos, que en los meses anteriores había estado gravemente enferma. Al fallecer su mujer se hizo con el mando de la casa Valentina , la criada, una mujer de fuerte carácter en los tiempos de las purgas con aceite de ricino.

El 6 de enero de 1933, la familia recibió otro trágico revés cuando falleció su único hermano, Víctor, que era médico titular e inspector municipal de Sanidad del Ayuntamiento de A Golada, lugar en el que trabajó durante veinticinco años. Al cementerio de Santa María de Mourente le acompañaron en la comitiva el alcalde "Tafall, con el Diputado Sr. Poza , con el Concejal Sr. Rey Juncal". En ese momento José era presidente del Colegio Médico y en un comunicado de la entidad destacaban de su hermano: "reconociendo los sacrificios y abnegación de los que como Víctor Loureiro mueren pobres y ponen a prueba, no solo sus grandes conocimientos científicos sino también su carácter bondadoso y caridad inagotable".

Ya metidos en la Guerra Civil, a José Loureiro le confiscaron su coche, con el que visitaba a sus pacientes. Fueron tiempos difíciles porque durante el alzamiento acogió a refugiados del bando republicano en su casa de Pontevedra, motivo por el que lo tuvieron estrechamente vigilado durante un tiempo. Aún así, aportó fondos para la Falange Femenina en su cuestación del 'Auxilio de Invierno', que "organiza la lucha contra el hambre, la necesidad y la miseria: contra el frío en los hogares humildes, las angustias por el pan de los huérfanos".

Cuando se jubiló lo nombraron presidente honorario del Colegio Oficial de Médicos de la Provincia con tratamiento de Ilustrísimo Señor. Falleció el 15 de febrero de 1961 en Pontevedra. Acompañaron a la comitiva hasta el panteón familiar de San Mauro el alcalde de Pontevedra José Filgueira Valverde y Landín Carrasco, seguida de "una imponente manifestación de acompañantes, que testimoniaban la alta estimación de que tanto el finado como su distinguida familia gozan en la capital", y está enterrado en el. Su nieto, Rafael Loureiro Álvarez-Builla, siguiendo la saga familiar es médico de Pontevedra en activo y recuerda de muy niño las visitas que le hacía a su abuelo, en las que José se interesaba por las travesuras habían hecho y les regalaba unos tofes. También destaca que sus grandes aficiones fueron la botánica y su huerto. En su recuerdo se acuerda poner el nombre de Loureiro Crespo a una calle de Pontevedra.

Fuentes: El Diario de Pontevedra, El pueblo gallego, Boletín Oficial del Colegio Provincial de Médicos de Pontevedra, El Progreso, La idea moderna y charla con Rafael Loureiro Álvarez-Builla, nieto de José Loureiro Crespo.

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