Opinión

Ser útil

SIEMPRE HE defendido que los reconocimientos deben hacerse en vida del homenajeado. Salvo en casos extremos y puntuales, en los que que se vaya de manera súbita e inesperada, los premios debe tener la oportunidad de disfrutarlos la personalidad distinguida. Pena me dio, meses atrás, cuando le otorgaron la Medalla al Trabajo a Paloma Gómez Borrero, que siempre ella había añorado y, por la tardanza en concedérsela, le llegó cuando ya no estaba . Por fortuna parece que, de un tiempo a esta parte, las instituciones que los otorgan se han dado cuenta de que esa es la fórmula lógica, aparte de deseada, y están entregándolos 'en plazo'.

Cuando se hizo público que le otorgaban el Premio Nacional de Cinematografía a Antonio Banderas , noticia que recibió en su casa de la campiña londinense en una de esas típicas mañanas grises británicas, la alegría fue enorme. No por obtener diversos reconocimientos con cierta frecuencia era menor la celebración y, tal vez, la sorpresa porque, conociéndole, estoy convencida de que no se lo esperaba . Y también le imagino preparando mentalmente, desde ese momento, el discurso de agradecimiento.

Él nunca decepciona en esos momentos especiales. Es directo, sincero y expresa lo que sale de dentro, sin artificios ni toques de vanidad. Muchos son sus valores como persona, pero la humildad es su mayor grandeza . Pudiendo tener tics y comportamientos caprichosos, propios de algunas estrellas de Hollywood, Antonio sigue siendo fiel a aquel chico malagueño, que dejó la ciudad de sus amores, con quince mil pesetas en un bolsillo, y se lanzó a la aventura de conseguir un sueño.

Y lo logró, llegando incluso mucho más lejos de lo imaginado. Ser fiel a sus raíces y agradecido a la vida por lo que le ha ido concediendo le ha posicionado en lugar preferente del cariño y admiración de todos. Y así se demostró, una vez más, en la entrega de ese Premio Nacional de Cinematografía, realizada en el marco de Festival de Cine de San Sebastián.

Emocionado, sereno y feliz, el malagueño expresó lo que significaba para él cada una de las tres palabras del reconocimiento . Con ese discurso tan transparente al que nos tiene acostumbrados, a diferencia de otros que evitan posicionarse, fue directo a la yugular en el tema de Cataluña que, a su juicio, "se ha convertido en un animal extraño difícil de observar. En algunos momentos, parece una película de Berlanga. Votar es importante, el respeto a la ley también". Reiteró, por enésima vez, su pasión por nuestro país, del que "a veces me siento orgulloso y otras no, pero sigo creyendo en ese proyecto común que es España ".

Celebró la bajada del Iva al cine, anunciada por el ministro de Cultura en su discurso, y reconoció el pudor que le sigue dando hablar de sí mismo. "Espero que, tras 37 años de carrera, mi trabajo le haya sido útil a alguien , a algún actor, a alguien a quien arranqué una sonrisa, útil a quienes se rieron conmigo y útil a mi tierra". ¿Y útil como presidente de Gobierno? Por soñar...

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