Menuda sorpresa me llevé ayer en el Pleno del Ayuntamiento de Pontevedra que se celebró, como es habitual, en el Teatro Principal. Sí, queridos lectores, es como una actuación, pero gratis. A veces me animo a acudir para estar al día de los asuntos municipales, aunque en el fondo me entero a la perfección gracias a mis compañeros del Diario.
El caso es que allí me encontré a una chica que casi no conozco. ¿Concejala nueva? ¿Hubo cambio en la Corporación y no me enteré? Pues no. La verdad es que la chica era la misma, ¡pero vaya cambio de ‘look’! Les hablo de Anabel Gulías, una de mis ediles favoritas y que además encadena un éxito tras otro en las iniciativas que lleva a cabo por la promoción de la ciudad. Pues resulta que Anabel se cortó el pelo. Qué quieren que les diga. Está guapísima. No sé si todo el mundo opina igual que yo, pero hubo algún concejal de la oposición que la confundió con la socialista Patricia Vilán (que es diputada, no edil) y quien incluso dijo que su nuevo corte de pelo le recuerda a Concha Velasco. Ahí yo ya... Bueno, no digo nada, solo que me encanta.
Y hablando de otras políticas, asombrada me quedé también con María Rey. La portavoz de Ciudadanos siempre va muy guapa, pero ayer me dejó muda con sus taconazos verdes a juego con la blusa. Casi más elegante, incluso, que el jueves en la inauguración de la exposición de Falcó y Pousseu Na beira do río, que comisaría mi querido compañero Ramón Rozas. No se la pierdan.
Y termino con Telmo Martín. Sí, el de los ojos más bonitos de la ría, que ayer invitó a desayunar a los periodistas (a las doce, pero le dicen desayuno). Telmo confesó que este verano había sido de mucho trabajar y de poco dormir, pero claro, es lo que tiene coger las riendas del Concello unas semanas antes.
