Opinión

Un nuevo ángel del infierno

Telmo Martín llegó subido a un acto en Sanxenxo

LA APARIENCIA lo es todo. Quizás es por esto por lo que ayer por la mañana el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, llegó a bordo de su ‘scooter’ a la presentación de la Concentración Moto Turística Internacional Rías Baixas-Sanxenxo.

¿Quién sabe si tenemos delante a un futuro integrante de los míticos Ángeles del Infierno? Aunque lo más probable, con ese estilo que tiene sobre las dos ruedas (fue una pena no verlo demostrando su habilidad haciendo caballitos o quemando rueda), es que decida montar su propia banda de moteros junto al también integrante del Partido Popular Alfonso Rueda, otro gran aficionado al motociclismo.

El ajetreo no paró después de la mañana para Telmo Martín. Y yo, como buena admiradora suya, lo seguí al mediodía hasta la concentración de condena de los atentados de Barcelona y Cambrils. Allí estuvieron el ministro de Justicia, Rafael Catalá, un habitual en el verano sanxenxino, y la diputada pontevedresa Pilar Rojo. Hablando de otros temas, este viernes ‘MiLores’ estaba demasiado contento.

Tal vez se debía a este tiempo subtropical que nos está tocando vivir, que casi es capaz de transportarnos al Caribe, pero lo que yo creo es que le gustan demasiado las cámaras, porque ayer fue grabado para participar en el documental ‘Empacadora, 20 anos despois da loita. 1997-2017’. Además, a las 11.00 recibió en el Concello a los niños y niñas del Ludoverán.

Con lo bien que lo pasó con ellos, hasta que no se le iluminaron los ojos al hablar de su nieta ‘MiXulia’ no supe distinguir entre el alcalde y los pequeños. A otro al que se le iluminan los ojos al hablar es al vicepresidente de la Deputación, César Mosquera. Este viernes se reunió a las 10.00 en El Cafetín a varios compañeros de profesión.

El plan era tomar un café, pero las cosas de palacio van despacio. Al final, los camareros ya casi se estaban preparando para servir el vermú: ¡Casi dos horas estuvieron allí los periodistas, entre bollería y cafeína! Así es muy difícil compaginar el trabajo con la vida sana, porque con toda esa comida delante es imposible no caer en la tentación.

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