L o de que el alcalde y Anabel Gulías se vayan a México en pleno mes de agosto me parece genial. Dar a conocer las empresas de la ciudad al otro lado del océano no puede ser malo. Pero lo que ya no me cuadra es que ese viaje sea apenas dos días antes de la celebración de la Feira Franca. Me niego a celebrar la fiesta medieval por excelencia de la ciudad sin ver a ‘miLores’ vestido de guerrero de la edad media.
Su traje de Xena, la princesa guerrera me chifla y sería una pena no poder verlo el próximo 2 de septiembre.
MiLores, meta su atuendo de época en la maleta y, si es necesario, venga preparado para la feria ya en el avión. Que sea desembarcar e ir directo a la Peregrina. Porque yo, sin miLores, no celebro la Feira Franca.
Pero ayer hubo varias personas de celebración. Empiezo por mi querido compañero Javier Cervera-Mercadillo, que alcanzó los 40 con un tipazo envidiable, un bronceador matador y una jovialidad que ya quisieran muchos chicos de 18.
Por otra parte está el portavoz de la Policía Local, Manuel Omil, que también sumó una nueva primavera. Desde aquí le envío mis felicitaciones. Para terminar el capítulo de congratulaciones, quiero parabenizar a Xosé Leal. Así, como a él le gusta: parabenizar. Después del roce de hace unos días (cuando me metí con Leal por usar este verbo) espero que se lo tome como una muestra de cariño. Yo, por usted, hasta parabenizo, querido diputado.
Para terminar, permítanme una sugerencia gastronómica. Aurelia Vilas, cocinera desde hace hace 30 años en el bar Xoxés de Vilagarcía de Arousa, ganó el premio de tapas de la localidad ‘Destapas’. Esta es la segunda vez que lo gana y ya había quedado segunda y tercera en otras ocasiones. O sea, que si quieren tomarse un pincho, este local es una garantía de éxito.
