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La Marquesa Roja

María de la Asunción, Rosalía, Josefa, Aquilina, Zenobia, Eusebia y Anastasia Vinyals y Ferrés ostentó los títulos de Marquesa de Ayerbe, de Lierta, de Rubí y Condesa de San Clemente, era sobrina del Marqués de Mos y fue una activista, pintora y escritora conocida como la marquesa roja, que nació el 14 de agosto de 1875 en el Castillo de Soutomaior. De hecho toda su vida giró en torno al Castillo.

Hija de Agustina Ferrés y Aureliano Vinyals, una familia de origen catalán que entroncó con Pontevedra cuando su tía, Zenobia Vinyals, se casó con el VI Marqués de Mos y VIII de Vega de Armijo, Antonio González de Aguilar Correa y Sotomayor: su tío.

María recibió una esmerada educación, hablaba cuatro idiomas, tenía a su alcance una estupenda biblioteca, admiraba a Concepción Arenal y Rosalía de Castro y era amiga de la Pardo Bazán. Era una mujer que llamaba la atención por "la viveza de su ingenio" y "por la gracia exquisita de su conversación y trato".

Se casó en 1896 en el Castillo con Juan Nepomuceno Jordán de Urríes, el VI marqués de Ayerbe del que adopta todos sus títulos, un viudo bastante mayor que ella con un hijo de su anterior matrimonio. En 1905 nombran a Juan, que era licenciado en derecho y filosofía, embajador de España en San Petersburgo y la realidad es que, por unas cosas u otras, la pareja pasó muy poco tiempo junta durante su matrimonio. María pasaba los veranos en el Castillo con su tío, el marqués de la Vega de Armijo, que fue Presidente del Congreso y Ministro de Asuntos Exteriores. Ella misma cuenta que en la corte le llamaban el perrito de Armijo, ya que su tío la prohijó y eran inseparables.

Fue una de las pocas mujeres que publicó un libro, El Castillo del Marqués de Mos en Sotomayor, sobre la historia del castillo con ilustraciones del pintor José Garnelo. Libro alabado por Don Carlos, el Rey de Portugal y por Luis Morote que en el Heraldo decía sobre ella: "yo diría en su alabanza que ha leído y estudiado tanto como un hombre". Se sabe que escribió una novela, Rebelión, de la que no hay ni rastro.

María fue una adelantada a su tiempo y destacó por su activismo en prensa en pro de la igualdad de los derechos de las mujeres, que en aquella época no tenían ninguno. Recorrió Galicia conduciendo su coche para dar conferencias sobre este tema y utilizó de manera inteligente su posición social, como Marquesa de Ayerbe y sobrina de Armijo, para darles voz.

Pierde sus títulos cuando su marido que fallece en 1908 y un mes después su tío, el Marqués de Vega de Armijo que, al no tener hijos, le deja en herencia el Castillo de Soutomaior. María rehace su vida enseguida porque, sólo unos meses después, se casa con el famoso médico cubano Enrique Lluria, no sin el consiguiente escándalo por lo breve del duelo, y con el que tiene cuatro hijos. Su entrega a la causa de las mujeres era tal que ingresa en la Agrupación Femenina Socialista, siguiendo los pasos de su marido que militaba en ese partido, lo que le costó un registro en el Castillo ante la sospecha de convocar reuniones secretas para tratar temas políticos.

Pierde su adorado Castillo en 1917 cuando ya no pueden hacer frente a los gastos de la hipoteca y sale a subasta pública. Entonces, el matrimonio decide dejar España y se instala en Cuba, a partir de ahí se les va perdiendo la pista. En 1925 muere su segundo marido por una infección al inyectarse morfina, porque parece ser que los dos eran adictos.

Murió entre 1940 y 1944 en París durante la ocupación alemana sumida en el olvido y la pobreza. Melchor de Almagro la describió así en su Castillo: "La vi por última vez en la portada señorial, de pie, bajo el dintel del escudo familiar. Estaba vestida de blanco, tenía en la mano un libro y unas flores rojas que su hija había cortado para ella. Sonreía enigmáticamente como en el retrato. Al correr del automóvil que me llevaba la vi borrarse poco a poco, inmóvil, junto a las ruinas".

Fuentes: Unha muller para á historia: María Vinyals, marquesa de Ayerbe de Silvia Cernadas, Descubriendo a la olvidada marquesa Roja de Raquel C. Pico, Gaceta de Galicia, La Correspondencia Gallega y Diario de Pontevedra.

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