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La buena marcha del Museo

Es innegable que el Museo de Pontevedra ha aumentado de manera espectacular el número de visitantes en estos últimos años y así lo demuestran las cifras. Si en 2011 el número total de visitantes a las exposiciones y actividades culturales del Museo era de 26.258, el año pasado prácticamente triplica el resultado con 86.734 visitantes, en cifras globales. Ya en el detalle, en cuanto a exposiciones, pasa de 11.027 a 63.209 visitantes. En cuanto a actividades pasa de 12.291 a 23.525 , lo que demuestra una gestión eficaz y un apoyo rotundo por parte de la ciudad de Pontevedra.

Y para contextualizar algunos puntos, puestos en cuestión recientemente, he pedido la valoración de profesionales de reconocido prestigio en cada uno de los ámbitos.

Y uno de esos puntos es la amplia variedad de actividades culturales que se desarrollan a lo largo del año en el Museo de Pontevedra a las que Encarna Lago, Gerente de la Red Museística de Lugoy experta en cooperación internacional y museos es muy clara: “Los museos están al servicio de la sociedad. Se ha hecho un excesiva defensa del rigor científico convirtiéndolos en centros en los que parece que se defendiera el rigor mortis”.

Sobre el presente y futuro de los museos insiste: “El presente es la museología social, el museo al servicio del ciudadano: museos humanos.Y los que no se adapten estas circunstancias se quedarán en la cuneta. Serán espacios no visitados”. En cuanto a las diferentes opiniones que surgen sobre algunas de las actividades del Museo de Pontevedra Encarna Lago es clara: “¿Prefieres un museo vacio?” el rigor científico no excluye las actividades de todo tipo que lo acerque a los ciudadanos, porque los museos están “al servicio de la sociedad, pero no es al servicio de la alta sociedad: estamos hablando de toda la sociedad”. Entre sus propias actividades comenta que “hemos hecho Cine a la fresca, diseño de Tatoos, conciertos de noche” y aclara que “hay que perder el miedo” y entrelazar la investigación y la conservación con una gestión por y para la ciudadanía, y eso es lo que ha convertido al Museo de Lugo en un referente a nivel nacional e internacional.

Sobre la recién inaugurada Sala de Arqueología en el edificio Sarmiento, Felipe Criado director del Incipit (CSIC), arqueólogo con amplia experiencia a nivel nacional e internacional, valora el resultado del trabajo realizado como “francamente bueno, a la altura del prestigio del Museo de Pontevedra y lo que significa, ya no sólo en Galicia sino en España. Da una visión general perfecta de la prehistoria y arqueología de la provincia de una forma fácil de seguir, de comprender y de disfrutar para distintos tipos de público y esto es importantísimo. Las piezas se sustancian y adquieren una vistosidad formidable”. La recreación mediante imágenes es imprescindible y los dibujos de la sala “son de muy buena calidad y es un medio muy eficaz y barato de contextualizar las piezas”. Sobre los dibujantes de estas salas comenta que “están a la altura” y “perfectamente documentados”. Sin ir más lejos explica que “el Museo Arqueológico Nacional tiene un montaje muy parecido al de Pontevedra y es un éxito”.

Sobre las opiniones vertidas sobre las salas de investigadores del Archivo Provincial en la calle Padre Amoedo Juan Juega, historiador y escritor de sobrado prestigio y valía, que hace uso habitual de dichas salas explica que “el archivo funciona muy bien. La documentación o la entregan al momento o bien en un par de días” , matiza que “la atención a los investigadores es impecable” y además “no cobran por las fotocopias”, cosa muy a tener en cuenta en los trabajos de investigación ya que por ejemplo “en el archivo diocesano se pagan 10 euros”.

Y por último el Museo da un paso más con la apertura de un restaurante y se pone a la altura, en cuanto a servicios de calidad se refiere, de otros museos como el de Historia Natural en Londres, el del Louvre en París o The Jane Restaurant en una iglesia en Amberes. Como ejemplos más cercanos los de la Abadía Santa María de Retuerta en Valladolid o Monasterio de piedra de Zaragoza.


Fuentes: Felipe Criado, Encarnación Lago, Juan Juega e información de museos internacionales.

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